jueves, mayo 28, 2009
LA "LECTURA" DE LAS CIUDADES: UNA INTERPRETACIÓN (2)
Por FAUSTINO PÉREZ
Dentro de lo que cabe, y salvando distancias, hay ciudades que recuerdan a otras, o por lo menos logran recrear "ambientes" foráneos, y como ejemplo más notorio tenemos a Las Vegas, en Nevada, que parece tener un poco de cada una de las más importantes del mundo, es decir, aquello que se considera más representativo de las demás. En este apartado incluyo, igualmente, a las urbes que parecen estar ubicadas, en parte, en otro continente, tal como le ocurre a Santiago de Chile, que tiene zonas que recuerdan al continente europeo. De la misma manera, la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamoussoukro, en Costa de Marfil, está inspirada en la Basílica de San Pedro de Roma.
Existen metrópolis que progresan en base a una sola actividad, o por lo menos a muy pocas “especializaciones”, así tenemos en ese tenor a la mismísima Las Vegas, con su "industria" del juego, o Roswell, New Mexico, con el tema de los extraterrestres, es decir, que son ciudades para actividades específicas. En Fátima o en Lourdes todo el pueblo vive de lo mismo: sus respectivas vírgenes. En Padua ya tienen más opciones para el turista, aparte de su virgen.
En cambio, otras tienen actividades más mundanas, como se manifiesta en El Cairo con los shows de la danza del vientre, o en Sao Paulo con espectáculos de sexo en vivo, o bien, París, que aparte de los strip teases, cuenta con llamativos shows eróticos, por ejemplo el del Le Crazy Horse con sus bailarinas bellísimas cortadas con las mismas tijeras; y por igual, New York con sus Rockettes de Radio City. Ámsterdam es otra ciudad con mucho desarrollo en la “industria” del sexo, incluyendo el barrio de las prostis en “escaparates”. La ciudad holandesa tiene una actividad sexual similar que el sector de St. Pauli de Hamburgo, en Alemania; o bien, el distrito de Kabukicho en Tokio.
El turismo ha logrado su madurez, pero el problema estriba en mantenerlo, y son inverosímiles las cosas que se hacen para que el turista vuelva. En Florencia, Italia, tienen una escultura, de tamaño casi real, de un jabalí de bronce en el mercado, y la leyenda dice que si se le toca el hocico o morro, la persona regresa a esa ciudad; y el la misma Roma la excusa es la Fontana di Trevi lanzando una moneda, y el Saqqara, Egipto, la moneda se tira en un pozo. Con la excusa de que los turistas volverán siempre y cuando hagan algo, los vigilantes hacen sus agosto cuando recogen todas esas monedas.
Hay conglomerados humanos que uno no se explica cómo sobreviven en lugares tan áridos, como le sucede a Iquique, en el norte de Chile, al lado del desierto de Atacama, donde apenas se ve algún vestigio de vegetación; bueno, El Cairo se encuentra a orillas del Nilo, en medio de dos desiertos; y como contraste con las anteriores, hay lugares muy húmedos tal como pasa en algunas ciudades de Brasil, como Manaus, donde llueve a diario.
Algo increíble es la anchura del Mar del Plata entre Buenos Aires, Argentina y Montevideo en Uruguay, con sus 160 kilómetros de ancho, pero a pesar de tanta agua, los peces pican muy poco comparativamente.
Cerca de la misma capital argentina, aproximadamente a 50 kilómetros, hay una ciudad que vive, en buena medida, de los fósiles de los dinosaurios que poblaron ese territorio sudamericano hace millones de años, y que se encuentran en su Museo de La Plata de Historia Natural. En ese mismo lugar tienen momias andinas en muy buen estado de conservación. A una distancia similar de Bogotá, en Colombia, se encuentra Zipaquirá, con su famosa Catedral de Sal, algo digno de visitar. El recorrido es bastante extenso, y se pueden apreciar los maravillosos espacios que se han creado. ¡Aquello parece de magia!
Bogotá es la ciudad de los autobuses, y los tiene de todos los modelos, colores y tamaños, incluyendo una red de transporte urbano muy eficiente, en plena ciudad, llamada Transmilenio, que funciona como un metro de superficie.
Con transporte colectivo, o no, casi todas las ciudades permiten excursiones a lugares de interés más o menos cercanos. Podemos poner como ejemplo al Volcán de Agua de la Ciudad de Guatemala, con su lago en el cráter.
Otras, por su lado, tienen el agua de la playa en la misma ciudad, por ejemplo, Río de Janeiro con sus famosas playas de arena, o Cannes, en la Riviera francesa, con su playa de cantos rodados.
Para salvar sus ríos las ciudades construyen puentes, como el majestuoso Alejandro III en París, que cruza el serpenteante Sena, o los 13 puentes pequeños y diferentes del Río Sumida a su paso por Tokio, cada uno con su nombre y su historia. En cambio los puentes de New York son espectaculares, y algunos son hasta históricos, como el Brooklyn Bridge o el George Washington Bridge. Esta ciudad también cuenta con túneles para cruzar los ríos, como el Holland Tunnel y el Lincoln Tunnel. Ambos conectan a Manhattan con el estado de New Jersey.
El transporte de una urbe se facilita o se dificulta por sus aeropuertos, y algunos están bastante alejados como el de Narita que está a 60 kilómetros de Tokio. Este aeroparque es tan elegante que tiene fuentes medianas y obras de cerámica de tamaño apreciable, sobre todo, en el área de salida de pasajeros. En cambio otros están prácticamente en la misma ciudad como es el caso del Benito Juárez en Ciudad de México, que ha sido prácticamente "arropado" por el crecimiento urbano.
Los que siempre están en las ciudades son los niños, y los juegos para ellos en el Jardín de las Tullerías en París han sido diseñados para desarrollarlos mental y físicamente. Lo mismo que los juegos del Parque de Ibirapuera de Sao Paulo, que algunos de ellos integran la naturaleza descartada al juego; por ejemplo, integrando un tronco caído al juego.
Muchas metrópolis integran bellas o curiosas esculturas a sus ambientes citadinos, como el Pensador de Rodin en la Plaza del Congreso de Buenos Aires, o las esculturas de Botero en el Paseo de la Castellana de Madrid. Como nota curiosa está la famosa escultura de Bruselas convertida en el símbolo de la ciudad: el Manneken Pis, con su contraparte la de la niña Jeanneke Pis. El mismo metro de Caracas cuenta con bellas esculturas de los maestros Jesús Soto, y de Carlos Cruz Díez.
Donde no perdieron el tiempo para buscarle una solución a los problemas del entorno integrando todos los elementos disponibles, fue la brillante decisión de resemantizar y pintar de colorines al antiguo barrio marginado de Caminito en Buenos Aires. De esa manera convirtieron un problema urbanístico, es decir, un arrabal costero, en una fuente de ingresos para la comunidad, embelleciendo el barrio, con sus bailarines de tango en plena calle, sus tiendas de souvenirs, y sus otros lugares de interés, como el museo, y los restaurantes. También, beneficia a las agencias de viajes, a los transportistas, a los guías turísticos, y de la misma manera, le sacan provecho los vendedores callejeros, los artistas pintores y caricaturistas, etc.
Una solución para salvar grandes diferencias de altitud, es el teleférico que tienen en Río de Janeiro para subir al Corcovado gigante en el Monte Pan de Azúcar; o en Puerto Plata, en el norte de la República Dominicana para remontar la loma Isabel de Torres. En Bogotá, Colombia, tienen tanto un teleférico así como también un funicular para subir al cerro de Monserrate, desde donde se divisa toda la ciudad.
Otros medios de transporte como el tranvía aún se emplean, tal como sucede en San Francisco, California; en Lisboa, Portugal; y en Alejandría, Egipto. El sistema más extenso del mundo de tranvías lo tiene la ciudad de Melbourne, en Australia.
Más extraño resulta el trolleybus también, el cual se puede ver en las calles de Atenas, Grecia; o en Sao Paulo, Brasil. En Reading, Reino Unido, los tenían de dos niveles, y el Zurich existen de doble tamaño.
En cambio, las ciudades románticas es mejor disfrutarlas caminando a pie, como el paseo a orillas de río Sena de París, o pasear por las calles de Viena, en Austria, o por las de Praga en la República Checa. El parque de El Retiro de Madrid, y el mismo Central Park de New York o el Parque Ueno de Tokio, tienen zonas muy al gusto de las parejas enamoradas, en especial en otoño.
Pero como todo tiene un final, incluyendo el amor, existen cementerios famosos en el mundo por la gente allí enterrada, por ejemplo en Buenos Aires, el de la Recoleta alberga el cuerpo de Eva Perón, y es un auténtico lugar de peregrinación; al igual que el de la Chacarita, donde estuvieron los restos de Juan Domingo Perón, y aún están los de Carlos Gardel. En el de Arlington, Virginia, reposa John F. Kennedy; y en el de Père Lachaise, de París, están enterrados Marcel Proust, Fréderic Chopin y Edith Piaf, entre otros muchos. En Londres en el Cementerio Highgate está la tumba de Karl Marx,
y en Ginebra, Suiza, se hallan los despojos de Jorge Luis Borges en el Cimetière des Rois, y así por el estilo. Por su parte Albert Einstein pidió ser cremado y sus cenizas esparcidas, - pero antes, le extrajeron el cerebro para estudiarlo - ; al igual que solicitó Mao Zedong, pero no fue complacido, y en vez de cremarlo, lo embalsamaron. Ahora reposa en su mausoleo en la Plaza de Tiananmen, en Beijing.
Dentro de lo que cabe, y salvando distancias, hay ciudades que recuerdan a otras, o por lo menos logran recrear "ambientes" foráneos, y como ejemplo más notorio tenemos a Las Vegas, en Nevada, que parece tener un poco de cada una de las más importantes del mundo, es decir, aquello que se considera más representativo de las demás. En este apartado incluyo, igualmente, a las urbes que parecen estar ubicadas, en parte, en otro continente, tal como le ocurre a Santiago de Chile, que tiene zonas que recuerdan al continente europeo. De la misma manera, la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamoussoukro, en Costa de Marfil, está inspirada en la Basílica de San Pedro de Roma.
Existen metrópolis que progresan en base a una sola actividad, o por lo menos a muy pocas “especializaciones”, así tenemos en ese tenor a la mismísima Las Vegas, con su "industria" del juego, o Roswell, New Mexico, con el tema de los extraterrestres, es decir, que son ciudades para actividades específicas. En Fátima o en Lourdes todo el pueblo vive de lo mismo: sus respectivas vírgenes. En Padua ya tienen más opciones para el turista, aparte de su virgen.
En cambio, otras tienen actividades más mundanas, como se manifiesta en El Cairo con los shows de la danza del vientre, o en Sao Paulo con espectáculos de sexo en vivo, o bien, París, que aparte de los strip teases, cuenta con llamativos shows eróticos, por ejemplo el del Le Crazy Horse con sus bailarinas bellísimas cortadas con las mismas tijeras; y por igual, New York con sus Rockettes de Radio City. Ámsterdam es otra ciudad con mucho desarrollo en la “industria” del sexo, incluyendo el barrio de las prostis en “escaparates”. La ciudad holandesa tiene una actividad sexual similar que el sector de St. Pauli de Hamburgo, en Alemania; o bien, el distrito de Kabukicho en Tokio.
El turismo ha logrado su madurez, pero el problema estriba en mantenerlo, y son inverosímiles las cosas que se hacen para que el turista vuelva. En Florencia, Italia, tienen una escultura, de tamaño casi real, de un jabalí de bronce en el mercado, y la leyenda dice que si se le toca el hocico o morro, la persona regresa a esa ciudad; y el la misma Roma la excusa es la Fontana di Trevi lanzando una moneda, y el Saqqara, Egipto, la moneda se tira en un pozo. Con la excusa de que los turistas volverán siempre y cuando hagan algo, los vigilantes hacen sus agosto cuando recogen todas esas monedas.
Hay conglomerados humanos que uno no se explica cómo sobreviven en lugares tan áridos, como le sucede a Iquique, en el norte de Chile, al lado del desierto de Atacama, donde apenas se ve algún vestigio de vegetación; bueno, El Cairo se encuentra a orillas del Nilo, en medio de dos desiertos; y como contraste con las anteriores, hay lugares muy húmedos tal como pasa en algunas ciudades de Brasil, como Manaus, donde llueve a diario.
Algo increíble es la anchura del Mar del Plata entre Buenos Aires, Argentina y Montevideo en Uruguay, con sus 160 kilómetros de ancho, pero a pesar de tanta agua, los peces pican muy poco comparativamente.
Cerca de la misma capital argentina, aproximadamente a 50 kilómetros, hay una ciudad que vive, en buena medida, de los fósiles de los dinosaurios que poblaron ese territorio sudamericano hace millones de años, y que se encuentran en su Museo de La Plata de Historia Natural. En ese mismo lugar tienen momias andinas en muy buen estado de conservación. A una distancia similar de Bogotá, en Colombia, se encuentra Zipaquirá, con su famosa Catedral de Sal, algo digno de visitar. El recorrido es bastante extenso, y se pueden apreciar los maravillosos espacios que se han creado. ¡Aquello parece de magia!
Bogotá es la ciudad de los autobuses, y los tiene de todos los modelos, colores y tamaños, incluyendo una red de transporte urbano muy eficiente, en plena ciudad, llamada Transmilenio, que funciona como un metro de superficie.
Con transporte colectivo, o no, casi todas las ciudades permiten excursiones a lugares de interés más o menos cercanos. Podemos poner como ejemplo al Volcán de Agua de la Ciudad de Guatemala, con su lago en el cráter.
Otras, por su lado, tienen el agua de la playa en la misma ciudad, por ejemplo, Río de Janeiro con sus famosas playas de arena, o Cannes, en la Riviera francesa, con su playa de cantos rodados.
Para salvar sus ríos las ciudades construyen puentes, como el majestuoso Alejandro III en París, que cruza el serpenteante Sena, o los 13 puentes pequeños y diferentes del Río Sumida a su paso por Tokio, cada uno con su nombre y su historia. En cambio los puentes de New York son espectaculares, y algunos son hasta históricos, como el Brooklyn Bridge o el George Washington Bridge. Esta ciudad también cuenta con túneles para cruzar los ríos, como el Holland Tunnel y el Lincoln Tunnel. Ambos conectan a Manhattan con el estado de New Jersey.
El transporte de una urbe se facilita o se dificulta por sus aeropuertos, y algunos están bastante alejados como el de Narita que está a 60 kilómetros de Tokio. Este aeroparque es tan elegante que tiene fuentes medianas y obras de cerámica de tamaño apreciable, sobre todo, en el área de salida de pasajeros. En cambio otros están prácticamente en la misma ciudad como es el caso del Benito Juárez en Ciudad de México, que ha sido prácticamente "arropado" por el crecimiento urbano.
Los que siempre están en las ciudades son los niños, y los juegos para ellos en el Jardín de las Tullerías en París han sido diseñados para desarrollarlos mental y físicamente. Lo mismo que los juegos del Parque de Ibirapuera de Sao Paulo, que algunos de ellos integran la naturaleza descartada al juego; por ejemplo, integrando un tronco caído al juego.
Muchas metrópolis integran bellas o curiosas esculturas a sus ambientes citadinos, como el Pensador de Rodin en la Plaza del Congreso de Buenos Aires, o las esculturas de Botero en el Paseo de la Castellana de Madrid. Como nota curiosa está la famosa escultura de Bruselas convertida en el símbolo de la ciudad: el Manneken Pis, con su contraparte la de la niña Jeanneke Pis. El mismo metro de Caracas cuenta con bellas esculturas de los maestros Jesús Soto, y de Carlos Cruz Díez.
Donde no perdieron el tiempo para buscarle una solución a los problemas del entorno integrando todos los elementos disponibles, fue la brillante decisión de resemantizar y pintar de colorines al antiguo barrio marginado de Caminito en Buenos Aires. De esa manera convirtieron un problema urbanístico, es decir, un arrabal costero, en una fuente de ingresos para la comunidad, embelleciendo el barrio, con sus bailarines de tango en plena calle, sus tiendas de souvenirs, y sus otros lugares de interés, como el museo, y los restaurantes. También, beneficia a las agencias de viajes, a los transportistas, a los guías turísticos, y de la misma manera, le sacan provecho los vendedores callejeros, los artistas pintores y caricaturistas, etc.
Una solución para salvar grandes diferencias de altitud, es el teleférico que tienen en Río de Janeiro para subir al Corcovado gigante en el Monte Pan de Azúcar; o en Puerto Plata, en el norte de la República Dominicana para remontar la loma Isabel de Torres. En Bogotá, Colombia, tienen tanto un teleférico así como también un funicular para subir al cerro de Monserrate, desde donde se divisa toda la ciudad.
Otros medios de transporte como el tranvía aún se emplean, tal como sucede en San Francisco, California; en Lisboa, Portugal; y en Alejandría, Egipto. El sistema más extenso del mundo de tranvías lo tiene la ciudad de Melbourne, en Australia.
Más extraño resulta el trolleybus también, el cual se puede ver en las calles de Atenas, Grecia; o en Sao Paulo, Brasil. En Reading, Reino Unido, los tenían de dos niveles, y el Zurich existen de doble tamaño.
En cambio, las ciudades románticas es mejor disfrutarlas caminando a pie, como el paseo a orillas de río Sena de París, o pasear por las calles de Viena, en Austria, o por las de Praga en la República Checa. El parque de El Retiro de Madrid, y el mismo Central Park de New York o el Parque Ueno de Tokio, tienen zonas muy al gusto de las parejas enamoradas, en especial en otoño.
Pero como todo tiene un final, incluyendo el amor, existen cementerios famosos en el mundo por la gente allí enterrada, por ejemplo en Buenos Aires, el de la Recoleta alberga el cuerpo de Eva Perón, y es un auténtico lugar de peregrinación; al igual que el de la Chacarita, donde estuvieron los restos de Juan Domingo Perón, y aún están los de Carlos Gardel. En el de Arlington, Virginia, reposa John F. Kennedy; y en el de Père Lachaise, de París, están enterrados Marcel Proust, Fréderic Chopin y Edith Piaf, entre otros muchos. En Londres en el Cementerio Highgate está la tumba de Karl Marx,
y en Ginebra, Suiza, se hallan los despojos de Jorge Luis Borges en el Cimetière des Rois, y así por el estilo. Por su parte Albert Einstein pidió ser cremado y sus cenizas esparcidas, - pero antes, le extrajeron el cerebro para estudiarlo - ; al igual que solicitó Mao Zedong, pero no fue complacido, y en vez de cremarlo, lo embalsamaron. Ahora reposa en su mausoleo en la Plaza de Tiananmen, en Beijing.
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FAUSTINO PÉREZ,
LA LECTURA DE LAS CIUDADES
jueves, mayo 21, 2009
LA “LECTURA” DE LAS CIUDADES: UNA INTERPRETACIÓN (1)
Por FAUSTINO PÉREZ
Una ciudad es como un libro abierto, pero escrito en un lenguaje esotérico. El problema estriba en saber leer ese idioma para así poder interpretarla y descodificarla.
Sin embargo, para hacer esto es preciso situar a las urbes en un contexto mundial, pero son tantas las que existen, que sólo podemos dar unas cuantas pinceladas introductorias, aparte de que nadie las puede conocer todas; la vida entera de una persona no alcanzaría. Yo he tenido la dicha de visitar la gran mayoría de las que menciono aquí.
Incluso, algunas metrópolis tienen tanto que ofrecer que uno fácilmente podría pasarse todo el tiempo en ellas. Por ejemplo, ciudades como New York, París, Berlín, Londres...admiten lecturas muy diferentes por la gran cantidad de atracciones conque cuentan, ya que no es lo mismo el New York museístico que el gastronómico; el París erótico que el urbanístico monumental; el Berlín histórico que el del arte; o el Londres imperial que el de los espacios verdes, y así sucesivamente.
Las metrópolis también cambian con los años, lo que se puede comprobar fácilmente en la misma New York así como en Buenos Aires, por igual. El Empire State Building fue el rascacielos más alto del mundo durante 40 años, a partir del 1931, y ahora mide menos de la mitad del rascacielos Burj Dubai, de Dubai; lo cual significa mucho para el orgullo de una urbe, y por eso New York se ha convertido en una ciudad nostálgica, donde el cineasta Woody Allen toca el clarinete en un club de jazz, y ahí, además, derribaron de mala manera las Torres Gemelas del World Trade Center en el 2001, las que eran el otro gran orgullo de la ciudad. Y eso que cuenta con dos de los museos principales del mundo, (el Metropolitano de Arte y el de Historia Natural), entre otros muchos, pero el contexto es distinto y no parece compensarles.
Por su parte, Buenos Aires tuvo un gran florecimiento en especial en la primera mitad del siglo pasado, inclusive, se atrevió a desafiar el urbanismo de París trazando la Avenida 9 de Julio, más ancha que los Campos Elíseos de la capital francesa. Pero con la derrota en la Guerra de las Malvinas en el 1982, y con el llamado “corralito” financiero de 2001, los argentinos tuvieron que poner los pies sobre la tierra, y al fin se dieron cuenta de que eran latinoamericanos; de paso, se desinflaron muchos egos.
Existen ciudades famosas por sus trazados precisos, como Barcelona, Washington, Brasilia, y París; y por el contrario otras son conocidas por lo opuesto, como Venecia, donde perderse es lo más fácil del mundo.
La gran mayoría de las construcciones más audaces del mundo se están realizando hoy en día en Asia, en especial, en el triángulo comprendido entre Dubai en los Emiratos Árabes, Shangai en China, y Kuala Lumpur, Malasia, sobre todo en aquellos países que han tenido un gran desarrollo económico. Ya Brasilia, la capital del Brasil quedó atrás en el continente americano, la cual fue declarada oficialmente como capital en el 1960, pero es poco lo nuevo e impactante que se ha hecho en ella desde esa fecha.
Canadá es de las pocas excepciones en el continente americano, con su Torre CN de Toronto, la cual es la segunda estructura más alta del mundo y sirve como observatorio y para transmisiones. Los canadienses, calladamente y sin hacer muchas alharacas tienen un país envidiable y bien organizado.
También provoca envidia aquellos pudientes que viven en los apartamentos de lujo, de las playas de Copacabana e Ipanema en Río de Janeiro, y que salen a ejercitarse por las mañanas, mientras caminan o trotan por esas aceras de fantasía, vestidos a la última moda deportiva, ya que Río es la metrópoli donde más se le rinde culto al cuerpo; y Londres es donde más se le rinde culto al protocolo como espectáculo vistoso, y a los uniformes; aparte de los rituales del Vaticano que se practican por razones religiosas.
En cambio, en Tokio algunas señoras con recursos cubren sus kimonos con abrigos de visón en invierno, cuando pasean por las calles de Guinza, uno de los distritos más caros del mundo, ya que el metro cuadrado de terreno se ha llegado a vender por ciento sesenta mil dólares. Por otro lado, los grandes ejecutivos se pasean en sus limousinas impecables de carrocería inmaculada y brillante.
Mucho más caro debe de ser el espacio privilegiado en esa ciudad que ocupa el Palacio Imperial con su foso feudal, su servidumbre, sus guardianes y sus rituales. La figura del emperador del Japón aún hoy es venerada y reverenciada, en ese país amante de las tradiciones y la organización.
Una ciudad curiosa por la forma como maneja el espacio, es San Juan de Puerto Rico, donde la gente parece tener una claustrofilia, es decir, que les encanta vivir encerrados, y protegidos por muros y paredes, o dentro de sus autos, para resguardarse de la delincuencia, según ellos; sin embargo, en otras ciudades con mayores índices delincuenciales, la gente no hace eso; quizá se estén protegiendo inconscientemente del imperio, o a lo mejor quieren darse importancia. En Ponce, la segunda ciudad de la isla, no se siente ese afán de encerrarse.
Esa protección es distinta de la de El Cairo, en Egipto, donde construyeron un muro para ocultar a la famosa Ciudad de los Muertos, de los que pasan en vehículos que transitan por la avenida que divide ese cementerio macabro en dos, habitado por centenares de miles de personas.
Sin embargo, hay urbes que están diseñadas para los autos, no para los peatones, como es el caso de la parte moderna de Miami, USA, o la de Caracas, Venezuela. La misma capital egipcia, tiene autopistas que cruzan la ciudad pero con el desorden que existe los tapones son frecuentes. También hay tapones en Roma, pero por la excesiva cantidad de vehículos, y los conductores ceden el paso a los peatones; a diferencia de El Cairo, donde hay que jugarse la vida para cruzar si no se anda en un auto.
Las ciudades tienen, por igual, sus sonidos y ruidos propios, con decibelios desiguales, como en la mismísima El Cairo a las horas de las plegarias, cuando se combinan los rezos transmitidos desde los altavoces colocados en los minaretes de las mezquitas, con los ruidos de las señales acústicas de los autos; o en París al circular los vehículos sobre los adoquines de los Campos Elíseos; o en Santo Domingo, en la conocida intersección de las avenidas Duarte y París, donde se escucha una mezcla de ritmos diferentes a todo volumen, provenientes de los vendedores callejeros de música pirateada, y los reclamos publicitarios por medio de altavoces, más el ruido de los autos y autobuses, y el de los peatones.
Como hay de todo en las urbes, algunas viven pendientes de los terremotos como Los Angeles en California, con la falla de San Andrés; o de los maremotos tal como sucede en la ciudades del sudeste de Asia, bañadas por el Océano Índico; o las erupciones volcánicas, como las del Monte Vesuvio, al este de Nápoles.
En Roma, por ejemplo, aparte de otros lugares de interés para el turismo, hay muchas fuentes, entre ellas la Fontana de Trevi; para fuentes modernas las mejores ciudades son Dubai y Las Vegas con sus espectaculares shows acuáticos musicalizados. La capital italiana está separada de la Ciudad del Vaticano, por una simple línea blanca en el pavimento, con su obelisco egipcio cerca de ahí, en la Plaza de San Pedro; y es una de las varias urbes europeas que viven literalmente de la fe, al igual que Fátima, en Portugal, o Lourdes, en Francia. Para otras religiones están La Mecca, en Arabia Saudita; y Jerusalén, así como también Belén, en Tierra Santa, entre otras.La Ciudad de México es, por igual, famosa por sus fuentes originales, y este es un país donde se respeta mucho la originalidad, con decenas de etnias de aborígenes diferentes, numerosas sectas religiosas, y múltiples “tribus” urbanas modernas. En la colonia de Coyoacán vivió Frida Khalo, quien dejó muchos trabajos pictóricos plenos de morbo y originalidad. Sobresalen por su singularidad, la escultura gigante de “el Caballito” del escultor Sebastián en el Paseo de la Reforma, y la fuente de Tláloc en el Bosque de Chapultepec; lo mismo que las jardineras del Paseo de la Reforma. Igualmente, existe mucha originalidad en los rastafaris de Kingston en Jamaica, quienes aparecen por doquier. En Buenos Aires, las famosas esculturas vivientes de la calle Florida y las de la Feria de San Telmo le dan un aire muy simpático y personal a la ciudad.
En cambio, otras ciudades no parecen nunca encontrarles soluciones a sus problemas, como es el caso de Santo Domingo, en la República Dominicana que lleva décadas con el agobio de la recogida de la basura, los apagones y los animales callejeros, en especial perros sin dueño; todo ello debido a la estulticia, la corrupción y la miseria; lo mismo ocurre en Puerto Príncipe, Haití, con los barrios de menesterosos y la erosión de los suelos de las lomas que la rodean, debido a la deforestación.
Hay ciudades que sí solucionan sus problemas como Ámsterdam en Holanda, poblada con gente liberal, amable y políglota, no como en Tokio, donde solamente una minoría habla inglés.
La gran mayoría de las grandes metrópolis tienen grandes tesoros artísticos, o de otro tipo, que cuidar, y entre ellas sobresale la Ciudad del Vaticano, Florencia en italia, y la misma París; y no digamos nada de los depósitos bancarios en las ciudades Suizas como Ginebra, o en oro, en Londres, o New York, en la calle Liberty Street, y así sucesivamente.
También las plazas públicas comunican, como la bella Plaza España de Sevilla, en España, o la de Rossio en Lisboa, Portugal; Trafalgar Square en Londres, o Syntagma Square en Atenas, Grecia, y no nos olvidemos de la Piazza Navona, de Roma. Hay plazas que sobresalen por su tamaño, como el Zócalo en Ciudad de México, Tiananmen en Beijing, y la Plaza Roja de Moscú.
Existen ciudades monotemáticas como Pisa, con su Torre Inclinada, la Catedral y el Baptisterio,en un área donde se concentra la mayoría de los turistas; y en la misma Italia se encuentra Florencia, con sus múltiples atractivos, por ser politemática.
Hay ciudades que tienen auténticos lugares de "peregrinación" en ellas, o en sus cercanías; entre otros podemos citar el Partenón de Atenas, la ciudadela de Machu Picchu, en Perú, Stonehenge en el Reino Unido, y no digamos nada de la Muralla China, las pirámides de Egipto, las pirámides de Teotihuacán, en México, o el Taj Mahal, de la India.
A los que les gustan los museos originales, pocos rivalizan con el sorprendente Museo del Oro en Lima, Perú, con sus piezas de oro, de armas blancas y telares precolombinos; o la fabulosa colección – única en el mundo - de vasijas eróticas conservadas en un galpón aparte, pertenecientes a la etnia moche en el Museo Larco Herrera de la misma urbe.
Por su tolerancia para las preferencias sexuales hay que destacar Sao Paulo, en Brasil, por sus concentraciones de gays y lesbianas, en especial en la Ave. Vieira de Carvalho los fines de semana; o el mismo barrio de Chueca en Madrid, el Village de New York, o la ciudad de Ámsterdam, en Holanda. En Grecia, los evzones o guardias presidenciales, provocan por lo menos curiosidad con sus fustanellas, o atuendo en forma de falda herencia de los otomanos.
Hay asentamientos urbanos donde el agua es la protagonista, sirva como ejemplo Venecia, en Italia, con su famoso vaporetto o autobús acuático, o Estocolmo, Suecia, con sus catorce islas; en parte Ámsterdam con sus canales, y Chicago con su lago Michigan. En Xochimilco, hacia el sur del Distrito Federal de México, se puede realizar un paseo romántico por los canales bordeados de flores de un antiguo lago, en las barcas llamadas trajineras. En Panamá, precisamente el canal que une los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, le da mucha vida al país, aparte de que la capital ha sido convertida en un importante “hub” aéreo. En otros sitios la altura es su característica principal, como La Paz en Bolivia, Ciudad de México, en México, o Bogotá, en Colombia.
Sin importar la altitud hay ciudades que involucionan, o sea, que cada día que pasa están en peor estado, y por el contrario, hay otras que evolucionan y mejoran con los años, como es el caso de Madrid y Barcelona en España.
Hay ciudades muy descuidadas como Alejandría en Egipto, o La Habana, Cuba, a las que les falta mucho mantenimiento; en cambio otras se “especializan” en gente rara como Marsella, Francia. Todo lo contrario de lo que ocurre en Mónaco, en la Costa Azul, que tiene mucho glamour y “beautiful people”, en los yates lujosos, en el famoso casino y en sus tiendas de ensueño.
Parecería ser que la ciudad que más gusta de todas, o sea, la más admirada e imitada es París, la capital de Francia. De la Tour Eiffel se han hecho decenas de reproducciones y variantes en el mundo, como las que hay en la Ciudad de Guatemala; en Las Vegas, Nevada; y la mismísima Torre de Tokio. ¡Y pensar que la Tour Eiffel está en París porque Barcelona la rechazó en su momento!
París es una urbe con mucho encanto por su belleza, por su trazado y por sus ambientes y museos; por más que le resulte incómoda a aquellos que viven en edificios con baños compartidos. Se nota que han habido unas inteligencias al servicio del urbanismo citadino y de las actividades. No es de extrañar que algunos japoneses vuelen catorce horas para pasarse un fin de semana en ella...
Una ciudad es como un libro abierto, pero escrito en un lenguaje esotérico. El problema estriba en saber leer ese idioma para así poder interpretarla y descodificarla.
Sin embargo, para hacer esto es preciso situar a las urbes en un contexto mundial, pero son tantas las que existen, que sólo podemos dar unas cuantas pinceladas introductorias, aparte de que nadie las puede conocer todas; la vida entera de una persona no alcanzaría. Yo he tenido la dicha de visitar la gran mayoría de las que menciono aquí.
Incluso, algunas metrópolis tienen tanto que ofrecer que uno fácilmente podría pasarse todo el tiempo en ellas. Por ejemplo, ciudades como New York, París, Berlín, Londres...admiten lecturas muy diferentes por la gran cantidad de atracciones conque cuentan, ya que no es lo mismo el New York museístico que el gastronómico; el París erótico que el urbanístico monumental; el Berlín histórico que el del arte; o el Londres imperial que el de los espacios verdes, y así sucesivamente.
Las metrópolis también cambian con los años, lo que se puede comprobar fácilmente en la misma New York así como en Buenos Aires, por igual. El Empire State Building fue el rascacielos más alto del mundo durante 40 años, a partir del 1931, y ahora mide menos de la mitad del rascacielos Burj Dubai, de Dubai; lo cual significa mucho para el orgullo de una urbe, y por eso New York se ha convertido en una ciudad nostálgica, donde el cineasta Woody Allen toca el clarinete en un club de jazz, y ahí, además, derribaron de mala manera las Torres Gemelas del World Trade Center en el 2001, las que eran el otro gran orgullo de la ciudad. Y eso que cuenta con dos de los museos principales del mundo, (el Metropolitano de Arte y el de Historia Natural), entre otros muchos, pero el contexto es distinto y no parece compensarles.
Por su parte, Buenos Aires tuvo un gran florecimiento en especial en la primera mitad del siglo pasado, inclusive, se atrevió a desafiar el urbanismo de París trazando la Avenida 9 de Julio, más ancha que los Campos Elíseos de la capital francesa. Pero con la derrota en la Guerra de las Malvinas en el 1982, y con el llamado “corralito” financiero de 2001, los argentinos tuvieron que poner los pies sobre la tierra, y al fin se dieron cuenta de que eran latinoamericanos; de paso, se desinflaron muchos egos.
Existen ciudades famosas por sus trazados precisos, como Barcelona, Washington, Brasilia, y París; y por el contrario otras son conocidas por lo opuesto, como Venecia, donde perderse es lo más fácil del mundo.
La gran mayoría de las construcciones más audaces del mundo se están realizando hoy en día en Asia, en especial, en el triángulo comprendido entre Dubai en los Emiratos Árabes, Shangai en China, y Kuala Lumpur, Malasia, sobre todo en aquellos países que han tenido un gran desarrollo económico. Ya Brasilia, la capital del Brasil quedó atrás en el continente americano, la cual fue declarada oficialmente como capital en el 1960, pero es poco lo nuevo e impactante que se ha hecho en ella desde esa fecha.
Canadá es de las pocas excepciones en el continente americano, con su Torre CN de Toronto, la cual es la segunda estructura más alta del mundo y sirve como observatorio y para transmisiones. Los canadienses, calladamente y sin hacer muchas alharacas tienen un país envidiable y bien organizado.
También provoca envidia aquellos pudientes que viven en los apartamentos de lujo, de las playas de Copacabana e Ipanema en Río de Janeiro, y que salen a ejercitarse por las mañanas, mientras caminan o trotan por esas aceras de fantasía, vestidos a la última moda deportiva, ya que Río es la metrópoli donde más se le rinde culto al cuerpo; y Londres es donde más se le rinde culto al protocolo como espectáculo vistoso, y a los uniformes; aparte de los rituales del Vaticano que se practican por razones religiosas.
En cambio, en Tokio algunas señoras con recursos cubren sus kimonos con abrigos de visón en invierno, cuando pasean por las calles de Guinza, uno de los distritos más caros del mundo, ya que el metro cuadrado de terreno se ha llegado a vender por ciento sesenta mil dólares. Por otro lado, los grandes ejecutivos se pasean en sus limousinas impecables de carrocería inmaculada y brillante.
Mucho más caro debe de ser el espacio privilegiado en esa ciudad que ocupa el Palacio Imperial con su foso feudal, su servidumbre, sus guardianes y sus rituales. La figura del emperador del Japón aún hoy es venerada y reverenciada, en ese país amante de las tradiciones y la organización.
Una ciudad curiosa por la forma como maneja el espacio, es San Juan de Puerto Rico, donde la gente parece tener una claustrofilia, es decir, que les encanta vivir encerrados, y protegidos por muros y paredes, o dentro de sus autos, para resguardarse de la delincuencia, según ellos; sin embargo, en otras ciudades con mayores índices delincuenciales, la gente no hace eso; quizá se estén protegiendo inconscientemente del imperio, o a lo mejor quieren darse importancia. En Ponce, la segunda ciudad de la isla, no se siente ese afán de encerrarse.
Esa protección es distinta de la de El Cairo, en Egipto, donde construyeron un muro para ocultar a la famosa Ciudad de los Muertos, de los que pasan en vehículos que transitan por la avenida que divide ese cementerio macabro en dos, habitado por centenares de miles de personas.
Sin embargo, hay urbes que están diseñadas para los autos, no para los peatones, como es el caso de la parte moderna de Miami, USA, o la de Caracas, Venezuela. La misma capital egipcia, tiene autopistas que cruzan la ciudad pero con el desorden que existe los tapones son frecuentes. También hay tapones en Roma, pero por la excesiva cantidad de vehículos, y los conductores ceden el paso a los peatones; a diferencia de El Cairo, donde hay que jugarse la vida para cruzar si no se anda en un auto.
Las ciudades tienen, por igual, sus sonidos y ruidos propios, con decibelios desiguales, como en la mismísima El Cairo a las horas de las plegarias, cuando se combinan los rezos transmitidos desde los altavoces colocados en los minaretes de las mezquitas, con los ruidos de las señales acústicas de los autos; o en París al circular los vehículos sobre los adoquines de los Campos Elíseos; o en Santo Domingo, en la conocida intersección de las avenidas Duarte y París, donde se escucha una mezcla de ritmos diferentes a todo volumen, provenientes de los vendedores callejeros de música pirateada, y los reclamos publicitarios por medio de altavoces, más el ruido de los autos y autobuses, y el de los peatones.
Como hay de todo en las urbes, algunas viven pendientes de los terremotos como Los Angeles en California, con la falla de San Andrés; o de los maremotos tal como sucede en la ciudades del sudeste de Asia, bañadas por el Océano Índico; o las erupciones volcánicas, como las del Monte Vesuvio, al este de Nápoles.
En Roma, por ejemplo, aparte de otros lugares de interés para el turismo, hay muchas fuentes, entre ellas la Fontana de Trevi; para fuentes modernas las mejores ciudades son Dubai y Las Vegas con sus espectaculares shows acuáticos musicalizados. La capital italiana está separada de la Ciudad del Vaticano, por una simple línea blanca en el pavimento, con su obelisco egipcio cerca de ahí, en la Plaza de San Pedro; y es una de las varias urbes europeas que viven literalmente de la fe, al igual que Fátima, en Portugal, o Lourdes, en Francia. Para otras religiones están La Mecca, en Arabia Saudita; y Jerusalén, así como también Belén, en Tierra Santa, entre otras.La Ciudad de México es, por igual, famosa por sus fuentes originales, y este es un país donde se respeta mucho la originalidad, con decenas de etnias de aborígenes diferentes, numerosas sectas religiosas, y múltiples “tribus” urbanas modernas. En la colonia de Coyoacán vivió Frida Khalo, quien dejó muchos trabajos pictóricos plenos de morbo y originalidad. Sobresalen por su singularidad, la escultura gigante de “el Caballito” del escultor Sebastián en el Paseo de la Reforma, y la fuente de Tláloc en el Bosque de Chapultepec; lo mismo que las jardineras del Paseo de la Reforma. Igualmente, existe mucha originalidad en los rastafaris de Kingston en Jamaica, quienes aparecen por doquier. En Buenos Aires, las famosas esculturas vivientes de la calle Florida y las de la Feria de San Telmo le dan un aire muy simpático y personal a la ciudad.
En cambio, otras ciudades no parecen nunca encontrarles soluciones a sus problemas, como es el caso de Santo Domingo, en la República Dominicana que lleva décadas con el agobio de la recogida de la basura, los apagones y los animales callejeros, en especial perros sin dueño; todo ello debido a la estulticia, la corrupción y la miseria; lo mismo ocurre en Puerto Príncipe, Haití, con los barrios de menesterosos y la erosión de los suelos de las lomas que la rodean, debido a la deforestación.
Hay ciudades que sí solucionan sus problemas como Ámsterdam en Holanda, poblada con gente liberal, amable y políglota, no como en Tokio, donde solamente una minoría habla inglés.
La gran mayoría de las grandes metrópolis tienen grandes tesoros artísticos, o de otro tipo, que cuidar, y entre ellas sobresale la Ciudad del Vaticano, Florencia en italia, y la misma París; y no digamos nada de los depósitos bancarios en las ciudades Suizas como Ginebra, o en oro, en Londres, o New York, en la calle Liberty Street, y así sucesivamente.
También las plazas públicas comunican, como la bella Plaza España de Sevilla, en España, o la de Rossio en Lisboa, Portugal; Trafalgar Square en Londres, o Syntagma Square en Atenas, Grecia, y no nos olvidemos de la Piazza Navona, de Roma. Hay plazas que sobresalen por su tamaño, como el Zócalo en Ciudad de México, Tiananmen en Beijing, y la Plaza Roja de Moscú.
Existen ciudades monotemáticas como Pisa, con su Torre Inclinada, la Catedral y el Baptisterio,en un área donde se concentra la mayoría de los turistas; y en la misma Italia se encuentra Florencia, con sus múltiples atractivos, por ser politemática.
Hay ciudades que tienen auténticos lugares de "peregrinación" en ellas, o en sus cercanías; entre otros podemos citar el Partenón de Atenas, la ciudadela de Machu Picchu, en Perú, Stonehenge en el Reino Unido, y no digamos nada de la Muralla China, las pirámides de Egipto, las pirámides de Teotihuacán, en México, o el Taj Mahal, de la India.
A los que les gustan los museos originales, pocos rivalizan con el sorprendente Museo del Oro en Lima, Perú, con sus piezas de oro, de armas blancas y telares precolombinos; o la fabulosa colección – única en el mundo - de vasijas eróticas conservadas en un galpón aparte, pertenecientes a la etnia moche en el Museo Larco Herrera de la misma urbe.
Por su tolerancia para las preferencias sexuales hay que destacar Sao Paulo, en Brasil, por sus concentraciones de gays y lesbianas, en especial en la Ave. Vieira de Carvalho los fines de semana; o el mismo barrio de Chueca en Madrid, el Village de New York, o la ciudad de Ámsterdam, en Holanda. En Grecia, los evzones o guardias presidenciales, provocan por lo menos curiosidad con sus fustanellas, o atuendo en forma de falda herencia de los otomanos.
Hay asentamientos urbanos donde el agua es la protagonista, sirva como ejemplo Venecia, en Italia, con su famoso vaporetto o autobús acuático, o Estocolmo, Suecia, con sus catorce islas; en parte Ámsterdam con sus canales, y Chicago con su lago Michigan. En Xochimilco, hacia el sur del Distrito Federal de México, se puede realizar un paseo romántico por los canales bordeados de flores de un antiguo lago, en las barcas llamadas trajineras. En Panamá, precisamente el canal que une los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, le da mucha vida al país, aparte de que la capital ha sido convertida en un importante “hub” aéreo. En otros sitios la altura es su característica principal, como La Paz en Bolivia, Ciudad de México, en México, o Bogotá, en Colombia.
Sin importar la altitud hay ciudades que involucionan, o sea, que cada día que pasa están en peor estado, y por el contrario, hay otras que evolucionan y mejoran con los años, como es el caso de Madrid y Barcelona en España.
Hay ciudades muy descuidadas como Alejandría en Egipto, o La Habana, Cuba, a las que les falta mucho mantenimiento; en cambio otras se “especializan” en gente rara como Marsella, Francia. Todo lo contrario de lo que ocurre en Mónaco, en la Costa Azul, que tiene mucho glamour y “beautiful people”, en los yates lujosos, en el famoso casino y en sus tiendas de ensueño.
Parecería ser que la ciudad que más gusta de todas, o sea, la más admirada e imitada es París, la capital de Francia. De la Tour Eiffel se han hecho decenas de reproducciones y variantes en el mundo, como las que hay en la Ciudad de Guatemala; en Las Vegas, Nevada; y la mismísima Torre de Tokio. ¡Y pensar que la Tour Eiffel está en París porque Barcelona la rechazó en su momento!
París es una urbe con mucho encanto por su belleza, por su trazado y por sus ambientes y museos; por más que le resulte incómoda a aquellos que viven en edificios con baños compartidos. Se nota que han habido unas inteligencias al servicio del urbanismo citadino y de las actividades. No es de extrañar que algunos japoneses vuelen catorce horas para pasarse un fin de semana en ella...
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FAUSTINO PÉREZ,
LA LECTURA DE LAS CIUDADES
jueves, mayo 14, 2009
EL TAG O GRAFITI DE FIRMA EN UN CONTEXTO SOCIAL
Por FAUSTINO PÉREZ
Cada ser humano intenta ser recordado de alguna manera, dentro de sus posibilidades, claro está. Hay quienes pretenden ser los mejores en algún deporte, otros, en cambio desean ser playboys, y ligar lo más que puedan. Los hay que quieren beber más cerveza que nadie, o ser los mejores como bailarines; alguien seguramente aspirará a convertirse en el campeón de yo-yo más fenomenal, o bien, recorrer el mundo en una embarcación en solitario, o aprenderse de memoria miles de nombres. Son inverosímiles las cosas de las cuales es capaz de ser protagonista el hombre y su contraparte, la mujer, como lo atestiguan los récords de Guiness.
Siempre queda algún porcentaje que se queda rezagado y se "retira" del afán de trascender, o sea, que se “apea” del tren de la vida. Eso se puede comprobar fácilmente en Japón, una sociedad primermundista, donde la mayoría de los pobres que existen en ese país, lo son por elección personal, es decir, que eligen ese “estilo de vida” por convencimiento propio; son gentes que no quieren ser partícipes de la sociedad de consumo y no desean ser esclavos de la tarjeta de crédito, ni del celular, ni mucho menos del vehículo todo-terreno. Ellos pasan frío y ciertas incomodidades, pero no sufren de estrés.
Precísamente los hippies que surgieron en California en los años 60, pretendían, igualmente, escaparse del agobio de la búsqueda incesante del éxito social, con la competencia que trae aparejado, y de la acumulación ilimitada de poder y de bienes. Naturalmente, que en las naciones atrasadas, los pobres no eligen serlo, sino que las circunstancias los obligan.
Entre las actividades de la cultura contemporánea más originales está la de ser grafitero de corazón, o sea, la de sentirse parte de ese "movimiento" mundial de jóvenes que "disfrutan"· de esa manera. Llegan hasta tal punto, que gastan dinero de su bolsillo para realizar sus pintadas, y sin ninguna esperanza de recuperarlo.
Y no es que el grafiti sea de ahora, ya que es una práctica milenaria, sino, que antes los demás apenas se enteraban. Si alguien garabateaba algo en las paredes de las Termas de Caracalla, eso sólo podía repercutir únicamente entre aquellos que frecuentaban esos baños públicos romanos hace siglos; en cambio, hoy en día cualquier joven puede estar al tanto fácilmente, de lo que hacen los demás de su generación, en cualquier parte del mundo; y eso influye mucho porque es imitado.
Como se sabe, el grafiti se diferencia del letrero o cartel, porque el letrero es utilitario, y el grafiti no. Se asume que el grafiti como pintada en lugar público o manifestación callejera, o por lo menos en exteriores, es algo que surge más o menos espontáneamente.
De los veintitantos tipos diferentes de grafitis que existen, dependiendo de la intención del ejecutante y del contenido del mensaje, hay uno que se conoce como “firma” o “tag” (“etiqueta” en inglés). Y como del nombre del autor se trata, el tag se ha convertido en una especie de marca personal. Para el neófito, una firma en grafiti puede ser una pintada incomprensible, y por lo tanto tiene que aprenderse si se desea reconocerla; sin embargo, entre ellos sí se conocen y se reconocen por la respectiva firma.
El hecho es que el tag convertido en marca, adquiere todas las connotaciones de su autor, de tal suerte que ha llegado a ser sinónimo de audacia e intrepidez, y por ese motivo, mientras más peligroso y difícil sea el plasmar el mensaje en un soporte, como podría ser un muro o pared, o el que sea, más “méritos” tiene para el que lo ejecuta, inclusive, puede hasta vanagloriarse de haberlo hecho. Aquí en Santo Domingo podía verse una firma en lo alto de un puente colgante, por poner un ejemplo.
El grafiti, o lo que llaman grafiti hoy en día, se ha convertido en un lenguaje universal, y si uno va a Sao Paulo, en Brasil; o al distrito de Queens en New York; o bien, a París en Francia; o a la orilla del río Sumida de Tokío; se tropezará con los mismos diseños, la misma tipografía, y un estilo similar. La técnica que predomina es la del spray, también conocido como esprei, esprey, aerosol o pulverizador; aunque yo he visto en el metro de Atenas, Grecia, grafitis realizados con pintura de aceite.
El grafiti moderno va asociado íntimamente con otras subculturas, modas y estilos; y ningún lugar del mundo mejor que la Ciudad de México para comprobar esto. Basta con ir a un costado de la catedral en el Centro Histórico, para ver los jóvenes haciendo piruetas con su breakdance; o bien, asistir a la masiva concentración de miles de chavos pertenecientes a todas las "tribus" urbanas y sectas, que se dan cita los sábados por la tarde en el variopinto barrio de Buena Vista. Ahí tienen tiendas para vender sus productos, sobre todo, los artesanales; ofrecen y asisten a conciertos de música, principalmente de rock duro; socializan, intercambian experiencias, adquieren sus mercancías e indumentarias, etc. Y lo que es más importante, se sienten en familia, rodeados de una abundancia de grafitis por todos lados.
Por otro lado, muchos de ellos venden sus productos artesanales en el Parque de la Alameda, al lado del Palacio de Bellas Artes, en el centro de la ciudad.
Este idioma mundial que es el grafiti, se asocia muchas veces con la rebeldía juvenil, o con un ambiente contestatario, underground, subversivo de los valores sociales imperantes, y en última instancia con alguna propuesta corrosiva. En muchas ciudades se considera a los grafiteros como una verdadera “plaga” social, por lo que les cuesta a las ciudades limpiar todo eso.
Sin embargo, se vislumbran mejores tiempos para los grafiteros, porque algunos de ellos, - aquellos que son considerados como los mejores por el establishment - , están siendo asimilados por los museos y galerías de arte, es decir, nada más y nada menos, que por por el consumismo.
Cada ser humano intenta ser recordado de alguna manera, dentro de sus posibilidades, claro está. Hay quienes pretenden ser los mejores en algún deporte, otros, en cambio desean ser playboys, y ligar lo más que puedan. Los hay que quieren beber más cerveza que nadie, o ser los mejores como bailarines; alguien seguramente aspirará a convertirse en el campeón de yo-yo más fenomenal, o bien, recorrer el mundo en una embarcación en solitario, o aprenderse de memoria miles de nombres. Son inverosímiles las cosas de las cuales es capaz de ser protagonista el hombre y su contraparte, la mujer, como lo atestiguan los récords de Guiness.
Siempre queda algún porcentaje que se queda rezagado y se "retira" del afán de trascender, o sea, que se “apea” del tren de la vida. Eso se puede comprobar fácilmente en Japón, una sociedad primermundista, donde la mayoría de los pobres que existen en ese país, lo son por elección personal, es decir, que eligen ese “estilo de vida” por convencimiento propio; son gentes que no quieren ser partícipes de la sociedad de consumo y no desean ser esclavos de la tarjeta de crédito, ni del celular, ni mucho menos del vehículo todo-terreno. Ellos pasan frío y ciertas incomodidades, pero no sufren de estrés.
Precísamente los hippies que surgieron en California en los años 60, pretendían, igualmente, escaparse del agobio de la búsqueda incesante del éxito social, con la competencia que trae aparejado, y de la acumulación ilimitada de poder y de bienes. Naturalmente, que en las naciones atrasadas, los pobres no eligen serlo, sino que las circunstancias los obligan.
Entre las actividades de la cultura contemporánea más originales está la de ser grafitero de corazón, o sea, la de sentirse parte de ese "movimiento" mundial de jóvenes que "disfrutan"· de esa manera. Llegan hasta tal punto, que gastan dinero de su bolsillo para realizar sus pintadas, y sin ninguna esperanza de recuperarlo.
Y no es que el grafiti sea de ahora, ya que es una práctica milenaria, sino, que antes los demás apenas se enteraban. Si alguien garabateaba algo en las paredes de las Termas de Caracalla, eso sólo podía repercutir únicamente entre aquellos que frecuentaban esos baños públicos romanos hace siglos; en cambio, hoy en día cualquier joven puede estar al tanto fácilmente, de lo que hacen los demás de su generación, en cualquier parte del mundo; y eso influye mucho porque es imitado.
Como se sabe, el grafiti se diferencia del letrero o cartel, porque el letrero es utilitario, y el grafiti no. Se asume que el grafiti como pintada en lugar público o manifestación callejera, o por lo menos en exteriores, es algo que surge más o menos espontáneamente.
De los veintitantos tipos diferentes de grafitis que existen, dependiendo de la intención del ejecutante y del contenido del mensaje, hay uno que se conoce como “firma” o “tag” (“etiqueta” en inglés). Y como del nombre del autor se trata, el tag se ha convertido en una especie de marca personal. Para el neófito, una firma en grafiti puede ser una pintada incomprensible, y por lo tanto tiene que aprenderse si se desea reconocerla; sin embargo, entre ellos sí se conocen y se reconocen por la respectiva firma.
El hecho es que el tag convertido en marca, adquiere todas las connotaciones de su autor, de tal suerte que ha llegado a ser sinónimo de audacia e intrepidez, y por ese motivo, mientras más peligroso y difícil sea el plasmar el mensaje en un soporte, como podría ser un muro o pared, o el que sea, más “méritos” tiene para el que lo ejecuta, inclusive, puede hasta vanagloriarse de haberlo hecho. Aquí en Santo Domingo podía verse una firma en lo alto de un puente colgante, por poner un ejemplo.
El grafiti, o lo que llaman grafiti hoy en día, se ha convertido en un lenguaje universal, y si uno va a Sao Paulo, en Brasil; o al distrito de Queens en New York; o bien, a París en Francia; o a la orilla del río Sumida de Tokío; se tropezará con los mismos diseños, la misma tipografía, y un estilo similar. La técnica que predomina es la del spray, también conocido como esprei, esprey, aerosol o pulverizador; aunque yo he visto en el metro de Atenas, Grecia, grafitis realizados con pintura de aceite.
El grafiti moderno va asociado íntimamente con otras subculturas, modas y estilos; y ningún lugar del mundo mejor que la Ciudad de México para comprobar esto. Basta con ir a un costado de la catedral en el Centro Histórico, para ver los jóvenes haciendo piruetas con su breakdance; o bien, asistir a la masiva concentración de miles de chavos pertenecientes a todas las "tribus" urbanas y sectas, que se dan cita los sábados por la tarde en el variopinto barrio de Buena Vista. Ahí tienen tiendas para vender sus productos, sobre todo, los artesanales; ofrecen y asisten a conciertos de música, principalmente de rock duro; socializan, intercambian experiencias, adquieren sus mercancías e indumentarias, etc. Y lo que es más importante, se sienten en familia, rodeados de una abundancia de grafitis por todos lados.
Por otro lado, muchos de ellos venden sus productos artesanales en el Parque de la Alameda, al lado del Palacio de Bellas Artes, en el centro de la ciudad.
Este idioma mundial que es el grafiti, se asocia muchas veces con la rebeldía juvenil, o con un ambiente contestatario, underground, subversivo de los valores sociales imperantes, y en última instancia con alguna propuesta corrosiva. En muchas ciudades se considera a los grafiteros como una verdadera “plaga” social, por lo que les cuesta a las ciudades limpiar todo eso.
Sin embargo, se vislumbran mejores tiempos para los grafiteros, porque algunos de ellos, - aquellos que son considerados como los mejores por el establishment - , están siendo asimilados por los museos y galerías de arte, es decir, nada más y nada menos, que por por el consumismo.
viernes, mayo 08, 2009
PRINCIPALES VARIANTES DE LA COMUNICACIÓN DISTRACTIVA VERBO-ICÓNICA
Por FAUSTINO PÉREZ
Existen numerosas variantes de la comunicación que emplea la escritura y se apoya también en las imágenes; por ejemplo, una simple moneda tiene texto e imagen, o un calendario, una enciclopedia, o bien, un envase de cualquier producto, entre otros muchos.
Si seguimos las clasificación de Joan Costa, en su libro Señalética de la editorial CEAC, pag. 27, publicado en Barcelona en el 1987, el autor define las distintas clases básicas de la comunicación escripto-icónica:
LA INJUNTIVA: que increpa o provoca al lector
PERSUASIVA: como la publicidad y la propaganda
PEDAGÓGICA: como su nombre sugiere, transmite elementos de conocimiento por medio de la lectura
INFORMATIVA: aporta datos útiles de diferente tipo
IDENTIFICATIVA: pretende el reconocimiento de aquello que se transmite, como un retrato, una marca, etc.
AUTODIDÁCTICA: provoca una reacción del receptor que le hace aprender
y la DISTRACTIVA: que sirve para llenar los tiempos de ocio, es decir, la comunicación distractiva verbo-icónica es aquella que se emplea para entretener a base de textos e imágenes
Como era de esperarse a comunicación lexipictográfica que sirve para entretener o para divertir es más restringida, pero aún así abarca algunos medios muy importantes e influyentes. Entre los más conspicuos tenemos:
TELENOVELAS: También se las conoce como "culebrones", porque suelen durar meses, e incluso, años. Se presentan como capítulos seriados, casi siempre de una hora de duración.
Hay países latinoamericanos que son verdaderas potencias mundiales en este género, por su cuantiosa producción como México, Brasil, Colombia, Venezuela, etc.
Normalmente las temáticas giran alrededor de enredos sentimentales, y/o de interés social y humano.
FOTONOVELAS: Se diseña la página con fotos, en lugar de dibujos, y con los textos dentro de los llamados globos. Suelen contar historias con temas similares a los de las telenovelas.
TEBEOS, HISTORIETAS O CÓMICS: La revista TBO de origen español se publicó entre el 1917-1998 con algunas interrupciones, y de ahí surgió el vocablo “tebeo” para denominar a las historietas en España.
Los tebeos, historietas, o cómics, son publicaciones que incluyen, la gran mayoría de las veces, narraciones lixipictográficas secuenciadas.
Se trata de unos cuadernillos que tienen alrededor de 30-60 páginas con las narraciones. Una excepción son los llamados "mangas" japoneses que cuentan con aproximadamente 300 páginas. La base de las imágenes suele ser el dibujo, con todos los recursos posibles.
El soporte normalmente es papel de baja calidad, aunque eso está cambiando, con el empleo de la computadora que ha abaratado los costes de producción; y resultan comparativamente baratos.
Lo normal es que tengan una forma rectangular vertical, aunque existen algunos apaisados, y otros de pequeño tamaño.
Es preciso recalcar que en las historietas los sonidos se leen, no se escuchan, como sucede en los dibujos animados.
ÁLBUM: Viene a ser una historieta de lujo, y de un tamaño ligeramente más grande. El papel suele ser de buena calidad, y las tapas son duras. En el lomo y en la portada aparecen los créditos del título, el guionista y el dibujante, como un libro. Por igual, el formato suele ser rectangular vertical. Naturalmente que el precio es superior al de las historietas normales.
Los autores más renombrados del mundo, son habitualmente, los mayores creadores y productores de álbumes de cómics.
TIRA CÓMICA/TIRA DIARIA: La denominación les viene de la traducción del término proveniente del inglés: "comic strip". Hoy en día, la gran mayoría de ellas trata temas que no son humorísticos. Por ese motivo puede afirmarse que es un medio multitemático, consistente en cintillos casi siempre horizontales, aunque también los hay verticales.
Se emplean mucho para llenar los espacios que dejan libres los clasificados en la prensa escrita.
Su tamaño suele ser bastante estándard de unas 6-8 pulgadas (aprox. 15-20 cms.) de ancho, y por lo tanto tienen pocas viñetas, entre 1-5 normalmente.
Las tiras cómicas son temáticas y existen para todos los gustos, a las que se les da continuidad. Los distribuidores y representantes de las tiras cómicas son los famosos "syndicates", y se las conoce también como tiras diarias porque suelen aparecer todos los días.
CARICATURA: Este término se deriva del vocablo italiano "caricare" que significa "cargar", o "exagerar", y consiste en dibujos o trabajos con otros procedimientos, en los que se resaltan y exageran los rasgos físicos más destacados de una persona, normalmente. La finalidad de la caricatura es la de provocar la hilaridad, y hay personas que decoran sus salas con ellas.
A cualquiera le pueden hacer una caricatura por encargo, aunque las que se publican suelen ser de personas conocidas. Existen, además, caricaturas genéricas como por ejemplo, el fanático de tal equipo de béisbol, o el consumidor de energía eléctrica, etc.
DIBUJOS ANIMADOS: Tal como su denominación señala, se trata de dibujos que producen la sensación de tener movilidad, y por eso precisan de un soporte para ser vistos, como la pantalla del televisor, o de cine. El ojo humano percibe la sensación de animación por dos fenómenos visuales: La persistencia retiniana, que permite que la imagen captada “permanezca” una fracción de segundo en la retina; y por el llamado Fenómeno Phi, el cual provoca que si varias luces, por ejemplo, se encienden en secuencia, al espectador se le produce una sensación de que la luz se está moviendo, en lugar de interpretarlo como luces diferentes que se encienden en secuencia.
Anteriormente se hacían dibujando a mano 24 dibujos para completar cada segundo de animación; hoy en día con la introducción de la computadora, la animación ha sufrido un gran vuelco y un gran avance.
También se pueden realizar dibujos animados con la técnica del "frame to frame" o "cuadro a cuadro", la cual se conoce por igual, como "stop motion", y consiste en grabar fotograma a fotograma, realizando pequeñas variaciones del tema entre uno y otro cuadro, de tal forma que al verlos proyectados se crea la sensación de movimiento.
Para este tipo de animación se emplean habitualmente elementos que sean maleables (masilla, barro, plastilina, frutas, etc.) y/o livianos (granitos de arena, arroz, pedazos de papel recortado, etc.).
DIBUJOS DE HUMOR: Suelen confundirse con las caricaturas, empero, son muy diferentes. Se trata de dibujos, en este caso, que intentan provocar la risa o la hilaridad en el lector, y muchas veces van acompañados de textos en forma de diálogos o pies del dibujo. Otros tienen moralejas y normalmente constan de una sola viñeta, es decir, que toda la información visual y escritural tiene que estar ahí.
Existen numerosas variantes de la comunicación que emplea la escritura y se apoya también en las imágenes; por ejemplo, una simple moneda tiene texto e imagen, o un calendario, una enciclopedia, o bien, un envase de cualquier producto, entre otros muchos.
Si seguimos las clasificación de Joan Costa, en su libro Señalética de la editorial CEAC, pag. 27, publicado en Barcelona en el 1987, el autor define las distintas clases básicas de la comunicación escripto-icónica:
LA INJUNTIVA: que increpa o provoca al lector
PERSUASIVA: como la publicidad y la propaganda
PEDAGÓGICA: como su nombre sugiere, transmite elementos de conocimiento por medio de la lectura
INFORMATIVA: aporta datos útiles de diferente tipo
IDENTIFICATIVA: pretende el reconocimiento de aquello que se transmite, como un retrato, una marca, etc.
AUTODIDÁCTICA: provoca una reacción del receptor que le hace aprender
y la DISTRACTIVA: que sirve para llenar los tiempos de ocio, es decir, la comunicación distractiva verbo-icónica es aquella que se emplea para entretener a base de textos e imágenes
Como era de esperarse a comunicación lexipictográfica que sirve para entretener o para divertir es más restringida, pero aún así abarca algunos medios muy importantes e influyentes. Entre los más conspicuos tenemos:
TELENOVELAS: También se las conoce como "culebrones", porque suelen durar meses, e incluso, años. Se presentan como capítulos seriados, casi siempre de una hora de duración.
Hay países latinoamericanos que son verdaderas potencias mundiales en este género, por su cuantiosa producción como México, Brasil, Colombia, Venezuela, etc.
Normalmente las temáticas giran alrededor de enredos sentimentales, y/o de interés social y humano.
FOTONOVELAS: Se diseña la página con fotos, en lugar de dibujos, y con los textos dentro de los llamados globos. Suelen contar historias con temas similares a los de las telenovelas.
TEBEOS, HISTORIETAS O CÓMICS: La revista TBO de origen español se publicó entre el 1917-1998 con algunas interrupciones, y de ahí surgió el vocablo “tebeo” para denominar a las historietas en España.
Los tebeos, historietas, o cómics, son publicaciones que incluyen, la gran mayoría de las veces, narraciones lixipictográficas secuenciadas.
Se trata de unos cuadernillos que tienen alrededor de 30-60 páginas con las narraciones. Una excepción son los llamados "mangas" japoneses que cuentan con aproximadamente 300 páginas. La base de las imágenes suele ser el dibujo, con todos los recursos posibles.
El soporte normalmente es papel de baja calidad, aunque eso está cambiando, con el empleo de la computadora que ha abaratado los costes de producción; y resultan comparativamente baratos.
Lo normal es que tengan una forma rectangular vertical, aunque existen algunos apaisados, y otros de pequeño tamaño.
Es preciso recalcar que en las historietas los sonidos se leen, no se escuchan, como sucede en los dibujos animados.
ÁLBUM: Viene a ser una historieta de lujo, y de un tamaño ligeramente más grande. El papel suele ser de buena calidad, y las tapas son duras. En el lomo y en la portada aparecen los créditos del título, el guionista y el dibujante, como un libro. Por igual, el formato suele ser rectangular vertical. Naturalmente que el precio es superior al de las historietas normales.
Los autores más renombrados del mundo, son habitualmente, los mayores creadores y productores de álbumes de cómics.
TIRA CÓMICA/TIRA DIARIA: La denominación les viene de la traducción del término proveniente del inglés: "comic strip". Hoy en día, la gran mayoría de ellas trata temas que no son humorísticos. Por ese motivo puede afirmarse que es un medio multitemático, consistente en cintillos casi siempre horizontales, aunque también los hay verticales.
Se emplean mucho para llenar los espacios que dejan libres los clasificados en la prensa escrita.
Su tamaño suele ser bastante estándard de unas 6-8 pulgadas (aprox. 15-20 cms.) de ancho, y por lo tanto tienen pocas viñetas, entre 1-5 normalmente.
Las tiras cómicas son temáticas y existen para todos los gustos, a las que se les da continuidad. Los distribuidores y representantes de las tiras cómicas son los famosos "syndicates", y se las conoce también como tiras diarias porque suelen aparecer todos los días.
CARICATURA: Este término se deriva del vocablo italiano "caricare" que significa "cargar", o "exagerar", y consiste en dibujos o trabajos con otros procedimientos, en los que se resaltan y exageran los rasgos físicos más destacados de una persona, normalmente. La finalidad de la caricatura es la de provocar la hilaridad, y hay personas que decoran sus salas con ellas.
A cualquiera le pueden hacer una caricatura por encargo, aunque las que se publican suelen ser de personas conocidas. Existen, además, caricaturas genéricas como por ejemplo, el fanático de tal equipo de béisbol, o el consumidor de energía eléctrica, etc.
DIBUJOS ANIMADOS: Tal como su denominación señala, se trata de dibujos que producen la sensación de tener movilidad, y por eso precisan de un soporte para ser vistos, como la pantalla del televisor, o de cine. El ojo humano percibe la sensación de animación por dos fenómenos visuales: La persistencia retiniana, que permite que la imagen captada “permanezca” una fracción de segundo en la retina; y por el llamado Fenómeno Phi, el cual provoca que si varias luces, por ejemplo, se encienden en secuencia, al espectador se le produce una sensación de que la luz se está moviendo, en lugar de interpretarlo como luces diferentes que se encienden en secuencia.
Anteriormente se hacían dibujando a mano 24 dibujos para completar cada segundo de animación; hoy en día con la introducción de la computadora, la animación ha sufrido un gran vuelco y un gran avance.
También se pueden realizar dibujos animados con la técnica del "frame to frame" o "cuadro a cuadro", la cual se conoce por igual, como "stop motion", y consiste en grabar fotograma a fotograma, realizando pequeñas variaciones del tema entre uno y otro cuadro, de tal forma que al verlos proyectados se crea la sensación de movimiento.
Para este tipo de animación se emplean habitualmente elementos que sean maleables (masilla, barro, plastilina, frutas, etc.) y/o livianos (granitos de arena, arroz, pedazos de papel recortado, etc.).
DIBUJOS DE HUMOR: Suelen confundirse con las caricaturas, empero, son muy diferentes. Se trata de dibujos, en este caso, que intentan provocar la risa o la hilaridad en el lector, y muchas veces van acompañados de textos en forma de diálogos o pies del dibujo. Otros tienen moralejas y normalmente constan de una sola viñeta, es decir, que toda la información visual y escritural tiene que estar ahí.
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