Por FAUSTINO PÉREZ
El retrato del Che Guevara tomado en La Habana en el 1960 durante el funeral por las víctimas de la explosión del barco carguero de armas La Coubre, por Alberto Díaz Gutiérrez, conocido como Korda, es probablemente la foto más reproducida en el mundo. La ideología ya quedó atrás, y esta imagen es utilizada tanto por comunistas así como también por capitalistas, lo mismo para la propaganda de cualquier Partido Comunista que para la publicidad en la sociedad de consumo. Sin embargo, la aceptación de una efigie, en este caso del líder argentino-cubano, no depende totalmente de los ideólogos de ningún sistema económico, o de algún publicista. Las masas son condicionadas por los medios, claro está, pero no a ese nivel. Esa foto tiene algo más.
La imagen del fotógrafo cubano del periódico Revolución, es un icono entre iconos por derecho propio, ya que es imitable, rentable, permanente, importante, influyente, trascendental y muy reconocible; tanto así, que mucha gente la exhibe en camisetas, afiches, portadas de todo tipo, parabrisas de autos, mochilas, gorras, etc., sin saber siquiera quién fue Ernesto Guevara, alias el Che, con lo cual se demuestra la capacidad de convocatoria de la foto, y su gran atractivo icónico. La pregunta obligada no se hace esperar: ¿a qué obedece este fenómeno? ¿Sería Fidel Castro el gran mitificador detrás de todo esto, porque el Che no está vivo?, y la “maquinaria” propagandística suya lo ha instrumentalizado para arengar y motivar a las grandes multitudes.
Las cosas se han desarrollado de tal forma, que el mismo Che icónico, es decir, en esta imagen, es más trascendental e importante que si el propio Ernesto Guevara estuviese vivo y en persona. Esto es un producto de los medios, sin lugar a dudas, ¿pero hay algo más? Si Korda lo hubiese planeado, no le habría quedado tan bien, ni sería tan famoso, tanto él así como también su foto, de eso estoy seguro.
Lo que la casi totalidad de la gente no ha notado es que ese retrato aparentemente tiene un mensaje subliminal, que influye a las masas por debajo del límite consciente de la percepción. Pero, ¿influye para qué? Lo que sí es seguro es que el empleo de esta imagen se trata de una moda duradera, pero ¿por qué? ¿Acaso será esto un caso de desinformación?, tal como la define Ma. Fragua de Pablo en su libro Teoría de la Desinformación (Colección Mézquita, España, 1985): “…la acción del emisor que procede al ensamblaje de los signos con la intención de disminuir, suprimir o imposibilitar la correlación entre la representación del emisor y la realidad del original.”
Pero vayamos por partes, empezando por el aspecto técnico: sin lugar a dudas se trata de un retrato directo, sencillamente porque capta la esencia de la personalidad del sujeto y es frontal. En este caso no está ambientado, con lo cual gana en fuerza expresiva, porque carece de distracciones visuales en la imagen. Por otro lado resulta natural y espontáneo, por ser una instantánea prácticamente no posada, y el Che tiene un rostro que expresa su amargura por la desgracia, y una gran determinación con algo de agresividad por la frustración, y con el pelo un poco despeinado por el viento. Todavía los cabellos largos en los hombres expresan rebeldía, básicamente por no ser un estilo de peinado generalizado a pesar del tiempo transcurrido, es decir, que es minoritario, y no se ha impuesto en el mundo, entre los hombres de los establishments de los países más influyentes.
Korda logró un ligero contrapicado con lo cual le da prestancia al personaje, sin llegar a la exageración. O sea, que es una imagen que halaga al ministro, pero sin ofender a quien la contempla, porque no resulta arrogante. Esto es también muy importante a tener en cuenta. Hay que reconocerle al Che su experiencia posando, sin aparentarlo.
La composición es muy simple por la propia vestimenta austera y sin adornos de Guevara, lo que provoca que la vista del espectador se concentre en su cara; y muy equilibrada visualmente, ya que los tonos están, muy bien compensados. Todo lo anterior induce a que se destaque la boina y su insignia, lo cual crea una sensación de pertenencia a un grupo, organización, institución, clan, o estamento… Esto implica que tiende a aglutinar y a tribalizar.
La iluminación también le favorece, porque es lateral con más preponderancia por el lado izquierdo de la imagen. Esto implica una mayor asimetría, que si la luz fuera de frente, la cual queda compensada por el resto de tonos de la imagen.
Aunque no sabemos exactamente qué óptica empleó Korda, la foto no parece haber sido tomada con un teleobjetivo, porque se vería más “aplastada” o “comprimida”, ya que esta lente propende a comprimir los planos, especialmente la profundidad, y mientras más distancia focal tiene la lente más tiende a aplastar la imagen. Y si lo hizo con un teleobjetivo, fue con uno muy moderado. Igualmente, el enfoque es correcto, o sea, que no existe ningún asomo de realización de un efecto especial, ni con el enfoque, y con el movimiento del personaje, mucho menos.
De la misma forma la mirada un poco hacia arriba del protagonista, le crea un aire de espiritualidad y provoca la sensación de estar por encima de todas las preocupaciones de índole material, y de la ambición humana desmedida.
Se sabe que el blanco y negro es un lenguaje paralelo al de las fotos a color. El primero emplea tonos de grises que van desde el blanco hasta el negro, con todos los matices, y el segundo utiliza una amplia paleta cromática. Se ha dicho que el blanco y negro es más austero y que el color es más frívolo. De lo que no cabe ninguna duda es que el blanco y negro es más serio por su propia esencia y se presta un poco más para los temas intelectualoides; no obstante, ambos medios se emplean con éxito para las estampas con temas propios de los intelectuales y para las fotos conceptuales. Todo lo demás es literatura.
Lo que sí es cierto es que por razones de las demandas comerciales y de rentabilidad, el blanco y negro está cayendo en desuso; suerte que con el ordenador se puede alterar fácilmente el cromatismo de una imagen, y pasarla de color a B y N. Lo más probable sea que Korda empleara el B y N, por la sencilla razón de que así era como el periódico Revolución reproducía las fotos.
Desde la vertiente psicológica la foto tiene sus bemoles. Se ha especulado mucho acerca del supuesto mensaje oculto de esa imagen-emblemática. Si analizamos el fenómeno podemos investigar que la llamada publicidad subliminal es más ficticia que otra cosa, y por eso se cataloga a este tipo de mensajes como uno de los tantos tecnomitos. Se considera como subliminal porque se le presenta al consumidor un producto o servicio de forma tan rápida, que no se percibe conscientemente, o sea, por debajo del límite o umbral de percepción consciente.
Se atribuye a James Vicary en los EE UU el haber realizado el supuesto experimento en un cine en el 1957, incluyendo uno o dos fotogramas con la marca que se deseaba promocionar; que dicho sea de paso, existen versiones de que la marca fue Coca Cola, en tanto otras afirman que fueron las palomitas de maíz, y otras aseveran que se trató de ambas a la vez. En el “experimento” no se tuvo en cuenta el hecho de que la marca en cuestión era la única o de las pocas que se vendía en el cine, ni que también apareciera dicho producto en la película en algunas escenas.
Mientras tanto en el 1962, Vicary en una entrevista que le hizo la revista Advertising Age, confesó que todo había sido mentira y que lo hizo porque su empresa se encontraba en dificultades económicas.
Aunque se ha especulado mucho acerca de la publicidad subliminal, y se ha empleado quizá en demasía particularmente en los países donde no se controla este tipo de avisos, sus efectos nunca han sido probados científicamente. Otro problema distinto, es hasta qué punto el mensaje oculto puede hacernos cambiar nuestras creencias, actitudes y opiniones, que estén arraigadas. Si fuera cierta su efectividad en la psique, se lograría cualquier cosa. ¿O es que no nos quieren decir cómo funciona, y en qué casos?, ya que es impensable que un arma de esa magnitud no haya sido estudiada con muchísimo detenimiento.
De todas formas mucha gente se ha aprovechado de la noticia del “experimento” de Vicary, y del revuelo que causó, para impactar, e incluso, para asustar y sugestionar a los demás, con la finalidad de sacarle ventajas. De la misma manera ha sido mitificada hasta en la película de Stanley Kubrick, la Naranja Mecánica, (1971), exagerando su impacto y combinándola con la técnica del “lavado de cerebro”. Este último procedimiento se criticó mucho en los medios durante la década de los años 60, con la finalidad de desacreditar al comunismo con ese reproche. Se trataba de una contra-arma psicológica del capitalismo, que se empleó durante la Guerra Fría, para atacar al adversario ideológico.
Otra variante de la anterior es la publicidad cuasi-subliminal, definida como aquella que uno aparentemente no ve conscientemente, y es captada por el rabillo del ojo, porque está ahí. Por ejemplo, los anuncios en el interior de las tapas de las cajetillas de cigarrillos, que cuando se va a sacar uno, se percibe inconscientemente el mensaje dentro; o bien, las vallas publicitarias en los deportes, las cuales provocan que el fanático en el campo de juego, o el telespectador, aparentemente está pendiente de las jugadas, pero tiene como telón de fondo la publicidad, y así por el estilo.
Este último ejemplo es un caso típico de lo que Umberto Eco llamó “los media al cuadrado”, en un ensayo titulado: La Multiplicación de los Media. Según Eco aparece un medio, que en este ejemplo es un televisor que está mirando el televidente, que tiene otro medio “dentro” porque aparece en la pantalla, como es la valla.
Se sabe que el sistema capitalista suele utilizar todo aquello que le conviene para sus fines, hasta tal punto, que el mismo símbolo de la paz de los hippies quienes eran rabiosamente anti-consumistas, fue empleado e instrumentalizado, y esto implica que no hay nada útil que se salve. ¿Y si la imagen del Che ha sido mitificada por el propio régimen que él combatió, para utilizar su propia efigie contra ese mismísimo sistema comunista que Guevara defendía? El tiempo lo dirá.
No obstante, algo extraño tiene esa foto en la silueta del pelo, tanto a la izquierda así como también a la derecha del mismo. No podría precisar si es algo deliberado o fortuito. El hecho es que yo me estaba entreteniendo haciendo variaciones del retrato original de Korda, sin alterar en absoluto la imagen del fotógrafo cubano, para no perder la práctica con los programas de manejo de imagen, y ocurrió lo inesperado: en el cabello del Che se aprecian un par de siluetas misteriosas de caras de perfil, una a cada lado. Estos rostros se destacan mucho con el efecto que hice, repito, sin modificar la foto original.
En la Psicología Gestalt de la Escuela Berlinesa se propone que el principio operacional del cerebro es holístico (Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen), paralelo y análogo, con tendencias auto-organizativas. Ellos ponen como ejemplo la pompa de jabón cuya forma esférica no sigue una fórmula matemática, sino que se trata de algo espontáneo.
En el llamado efecto gestaltiano se especifica acerca de la capacidad que tienen nuestros sentidos, en especial con relación al reconocimiento visual de figuras y formas completas, en lugar de simplemente ver un conjunto de líneas y curvas. Esto es precisamente lo que ocurre con el arte abstracto, que en principio, no tiene figuraciones, y hay gente que “reconoce” patrones y figuras aparentes. Lo mismo podría decirse de la observación de las nubes.
El principio fundamental de la percepción gestaltiana es lo que ellos llaman la “pregnancia” (prägnanz, en alemán que significa “consición”), la cual estipula que nosotros tendemos a ordenar nuestra experiencia de una forma regular, ordenada, simétrica y simple. A partir de ahí desarrollaron una serie de leyes, llamadas “leyes Gestalt”, las cuales hipotéticamente permiten predecir la interpretación de la sensación.
Entre las propiedades de las leyes a nosotros nos interesa por su pertinencia, el llamado principio de “multiestabilidad”, o “percepción multiestable”, que consiste en la tendencia que tienen las percepciones ambiguas, de aparecer y desaparecer de forma inestable en nuestra percepción, cuando existen dos o más interpretaciones visuales posibles. Un ejemplo clásico serían las imágenes de Escher.
Y precisamente este efecto de multiestabilidad se produce en el pelo del Che, sin haberlo retocado en lo más mínimo, recalco, solamente le apliqué a la foto la técnica especial que resalta el efecto. Si uno se fija bien aparecen dos siluetas de caras de perfil, como mínimo, a la izquierda y a la derecha del cabello, en dirección hacia afuera. Ahora bien, ¿qué significan esas “figuras”? No lo sé. ¿Es algo fortuito o deliberado? Tampoco lo sé. El hecho es que están ahí. ¿Influyen en la gente? Ustedes dirán…mientras tanto y en lo que se investiga el caso, es la imagen más divulgada.
viernes, diciembre 12, 2008
¿TIENE UN MENSAJE SUBLIMINAL LA FOTO-EMBLEMÁTICA DE EL CHE GUEVARA?
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