jueves, marzo 17, 2011

Gadafi se apoya en su petróleo para burlar la comunidad internacional


El petróleo se convierte en oro (arte fotográfico digital: Faustino Pérez)


Por Manases Sepúlveda


El gobernante libio Muamar Gadafi advirtió hace unos días que su régimen únicamente firmará contratos petroleros con Rusia, China e India países que según él no forman parte de una "conspiración de occidente" y que también tienen un silencio inexplicable ante los crímenes del gobernante que ha bombardeado con todo tipo de armas a sus ciudadanos.
Envalentonado por algunas de sus "victorias" ganadas con mercenarios con sueldos de trescientos dólares al día, así como su ejército regular masacrando sus ciudadanos en una entrevista para la televisión alemana RTL Gadafi dijo que sus contratos petroleros van a ir a "firmas rusas, chinas e indias".
Esas explicaciones de Gadafi evidencian una sola cosa: que la comunidad internacional organizada en los organismos multilaterales como la ONU o la OTAN no han actuado, por el poder económico que tiene el petróleo de Gadafi y las potencias sólo observan sin actuar a una de las peores matanzas en la historia reciente.
Ahmed Yibril portavoz del presisidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), aseguró que los rebldes libios continuarán su lucha por un cambio de régimen en Libia incluso si Muamar Gadafi "gana la guerra", lo que consider muy improbable en el momento actual. Todo esto acontece mientras el Consejo de Seguridad de la ONU saiguen sin un acuerdo para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia para evitar que Gadafi siga bombardeando a su pueblo rebelde.
Prácticamente todos los organismos internacionales como la UE, el G8, la ONU, han dado la espalda a los ciudadanos libios organizados irregularmente en milicias, sin ninguan experiencia de guerra y que lo que quieren realmente son conquistas democráticas. Su clamor de ayuda de occidente se levanta con desesperación, mientras esos organismos siguen enfrascados en largas deliberaciones retóricas ineficaces.
Las críticas al régimen despótico y sangriento de Gadafi por parte de las potencias, han sido tímidas y están lejos de solucionar el derrotero catastrófico en que se encamina Libia si no dejan de lado las "famosas soluciones diplomáticas" decidida en sillones de lujo, mientras mueren centenares de ciudadanos libios, una cuenta que nunca sabremos, porque Gadafi las ha parado en doscientos muertos.
La experiencia del caso de Libia nos alecciona a todos. Trae como resultado que las conquistas sociales tienen que estar basadas en métodos de lucha que obvien los desgastados e ineficaces procedimientos burocráticos de la diplomacia. En el siglo XXI ya existe una nueva forma de empoderamiento de un pueblo y su destino: la cohesión social organizada que actúa hastiada de largos años de aniquilamiento institucional y cívico como es el caso de Libia.

No hay comentarios.: