miércoles, diciembre 07, 2011

La revolución de los indignados, una protesta globalizada


PROBLEMAS CON EL AGUA (foto: FAUSTINO PEREZ)

Por Manasés Sepúlveda


Hace tiempo que opiné que junto a la tan pregonada globalización de la economía también se originaría la globalización del descontento ante el fracaso de las políticas públicas y la economía de las sociedades supuestamente más avanzadas del planeta.
Era previsible que la revolución de indignados ocurriera en Europa y ahora en los Estados Unidos, economías en la que existían por lo menos algunas conquistas alcanzadas para sus ciudadanos y un nivel y calidad de vida apreciable; pero que sin embargo ahora la realidad es otra: con la crisis global que afecta al mundo, producto de una economía ficticia y especulativa, se han reducido también los sueños y expectativas económicas de esos ciudadanos no acostumbrados desde hace décadas a la estrechez generada por la economía de subsistencia.
En América Latina por ejemplo, un continente que acusa una gran inequidad social y amplia brecha entre ricos y pobres desde hace varias generaciones, un movimiento de indignados al estilo europeo o estadounidense tendría poco sentido: la indignación en Latinoamérica se ha expresado históricamente con violencia, inseguridad y los problemas derivados de la marginación.
Anteriormente la indignación en los países latinoamericanos, era promovida por grupos de extrema izquierda que vendían los sueños motivados por el marxismo ideología que era la principal catalizadora del descontento y la marginación social de miles de latinoamericanos.
La situación de la revolución global de los indignados es preocupante y gestora de grandes cambios en la actual era de la globalización que tiende a la desglobalización. Va a seguir su marcha por la falta de respuestas económicas y sociales de gobiernos y organismos supra nacionales y el descrédito de agenciasw calificadoras.
El movimiento global de los indignados basado principalmente en un pequeño libro del diplomático francés Hessel, poco extenso, de apenas 32 páginas titulado precisamente Indignez Vous o "Indignaos", fue la obra que sirvió de inspiración a los miles de jóvenes españoles que escenoificaron protestas pacíficas escenificadas en España que comenzaron en marzo de este año y que motivaron la multitudinaria protesta en la Puerta del Sol de Madrid el pasado 15 de mayo-
Luego la indignación gobalizada siguió sus pasos de avance a Londres, que produjo inusitados acontecimientos que produjo sorpresas en la comunidad internacional, luego Atenas, Túnez, Egipto, Siria, sólo que en los países árabes, la idignación es diferente: se lucha para derribar regímenes totalitarios que durante décadas han reprimido a sus poblaciones.
En estos días le ha tocado a la ciudad de Nueva York, donde las protestas han sido reprimidas con violencia por parte de la policía, sin embargo esa operación es ineficaz: cada día son más los que se suman, desde artistas hasta premios Nobel como Joseph Stiglitz.
Ahora bien, esta indignación globalizada demuestra que los ciudadanos quieren construir sus propios espacios de participación y cuestionan las viejas instituciones democráticas ya anquilosadas. La sociedad mundial es capaz de renovarse. Solo hay que evocar un pensamiento de Hessel en su obra ya citada, que culmina de la siguiente manera: A los hombres y mujeres que harán el siglo XXI, les decimos con nuestra afección: crear es resistir, resistir es crear.

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