jueves, junio 11, 2009

LA “LECTURA” DE LAS CIUDADES: UNA INTERPRETACIÓN (4)

Por FAUSTINO PÉREZ


No hay nada más llamativo en una ciudad que un edificio elegante y original, como el de la Ópera a la entrada del puerto en Sydney, Australia; o el Museo Guggenheim del famoso arquitecto Frank Gehry, en Bilbao, España. Lo mismo le sucede a las Torres Petronas de Kuala Lumpur de Malasia, o al que se promociona como "el único hotel de siete estrellas del mundo": el Burj al Arab de Dubai. Todas ellas son consideradas como edificaciones emblemáticas.
Empero no sólo hay elegancia y belleza en las edificaciones contemporáneas, por ejemplo, en la India, concretamente en Agra, tienen el famoso Taj Mahal, de arquitectura mogola; y en Jordania está Petra, la ciudad de piedra, y capital del antiguo reino nabateo.
También de piedra, pero de granito, son las cuatro cabezas gigantes de 18 metros de alto, de cuatro presidentes estadounidenses talladas en el monte Rushmore, de Keystone, Dakota del Sur. Dicho monumento conmemora el nacimiento, el crecimiento, la conservación y el desarrollo de esa nación.
Precisamente en el World Park de Beijing tienen reproducciones de los principales monumentos del mundo, conjuntamente con réplicas de estatuas famosas, y animales interesantes. En México no lo han hecho con reproducciones del mundo, sino de la propia nación azteca, en el parque temático del Bosque de Chapultepec. En el mundo están abiertos en la actualidad, centenares de parques temáticos, incluyendo, aquellos de temas específicos que se desarrollan.
Si existe una pieza de artesanía en el mundo que sea conocida, es la famosa carreta de Costa Rica, identificada por sus adornos simétricos, con sus versiones tanto para el campo así como también para la ciudad. Igualmente se la emplea para decorar jardines e interiores, aparte de las miniaturas que se venden como souvenirs.
Artesanales también son las variantes de caretas de la mayoría de los carnavales que se celebran a nivel mundial. Las provenientes de La Vega, República Dominicana, no tienen nada que envidiarle a ninguna otra, si tomamos en cuenta el diseño, el acabado, la originalidad y el amor puesto en su ejecución. Son caretas para coleccionistas, unas verdaderas piezas espectaculares, trabajadas con mucha imaginación, creatividad y afán de perfección.
De igual manera, se precisa de un gran amor por conservar la naturaleza y de mantenerse en forma la creación de carriles únicos para bicicletas, como los que existen en los Países Bajos, en Japón, España y otros países. En Ámsterdam no es raro ver a las señoras que van de compras en bicicleta; y en Tokio, hay tantas, que los cuervos saltan encima de las bicis en las aceras cuando no están en uso.
En cambio, si se desean ver cómo se desarrollan y se trabajan en las Nuevas Tecnologías, no existe mejor lugar que el llamado Silicon Valley (Valle del Silicio) en California, por la gran cantidad de empresas, capitalistas y talentos que confluyen en ese lugar.
Para comunicarse de forma personal e íntima con el ser superior, sin tecnologías, el sitio indicado es el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, que data de la época de Herodes el Grande, donde la gente de la fe judía se pasa largos ratos en oración al mesías, mientras inclinan hacia adelante el cuerpo de forma repetitiva; por costumbre y tradición depositan sus peticiones escritas en las rendijas del muro. Otro lugar es La Mecca, en Arabia Saudita, el recinto más sagrado de la religión islámica, durante la peregrinación llamada Hajj, alrededor de la Kaaba, mientras rezan. Todo fiel que cuente con los recursos debe de hacer este viaje por lo menos una vez en su vida.
Sin embargo, en el mundo existen, por igual, prácticas religiosas menos ortodoxas como por ejemplo el vudú de Haití, cuya denominación se deriva de la palabra vodun de la lengua fon hablada en Benín. La trata de esclavos traídos desde África al continente americano dio origen a una variedad de prácticas mágico-religiosas bajo diferentes denominaciones, formas y estilos: en Brasil y en Uruguay practican el popular candomblé, en Cuba la santería cuenta con miles de practicantes, lo mismo que el shangó cult en Trinidad, y el obeayisne en Jamaica.
El mismo vudú haitiano tiene una variante dominicana, y otra para los shows en los hoteles. Es muy conocida la celebración de Yemayá en las playas de Río de Janeiro la noche de Noche Vieja, que se celebra por centenares de miles de creyentes con ofrendas colocadas en el mar. También es muy popular la fiesta de Belié Belcán que se celebra cada año en Azua, República Dominicana, con el sacrificio de animales.
Los que no quieren sacrificar nada son aquellos que tienen sus fortunas en los paraísos fiscales, como Mónaco, las islas de Gran Caimán, Bélice, San Marino, Bahamas, Bermudas, Panamá, etc. Estos enclaves se caracterizan porque suelen convivir con dos regímenes fiscales diferenciados y legalmente separados. Por un lado, el que afecta a los residentes y empresas locales, los cuales están sujetos al pago de tasas impositivas, y en cambio, los no residentes no. Además, suelen guardar un gran secreto bancario para fines de intercambio de información relacionada con los depósitos, con la finalidad de proteger a sus clientes. Naturalmente, que esa legislación dual permite realizar “lavados” de activos con mucha facilidad.
Resulta evidente que la mayor parte de esos grandes capitales provienen de operaciones de “dinero fácil” como las del narcotráfico, y normalmente están asociadas con la violencia, tal como ocurre con las poblaciones al norte de México. La estadísticas de Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Culiacán, y Morelia entre otras ciudades, me avalan. Los ricos de Medellín en Colombia se protegen por el mismo motivo.
Lo que resulta incuestionablemente fácil para los ecuatorianos, - lo cual se manifiesta más como es lógico, en las ciudades importantes como Quito y Guayaquil - , es ponerle nombres extraños, raros, y poco corrientes a su hijos, como: Vick Vaporub, Eveready, Osa Polar, Alí Babá, Perfectísimo Dios, Emporio Musical, Victoria Apretada, Conflicto Internacional, Calcomanía, Cristo Crucificado, Perfecta Circuncisión, Underwood, Obras Portuarias, Puente Vacacional...Otras ciudades también lo hacen, como es el caso de Santo Domingo, donde aparecen nombres como: Rambo, Kalimán, Nat King Cole, Mojame Ali, Lesbiana, Pipí, Adicto, Bobona, Bienvenido al Mundo, Quehaceres Domésticos, Juan Johnny, Madeinusa, entre otros. También componen nombres como acrónimos: Prido (de PRImogénito y el día DOmingo), Ravio (de RAfael y VIOleta), y así por el estilo.
Más extraño aún son los centenares de lugares, casas, castillos, y mansiones supuestamente embrujados que existen en el mundo. Quizá el país que se lleva la palma es el Reino Unido, y de todos los sitios posibles, el más famoso es el número 50 de Berkeley Square en Londres, conocido como "el lugar más embrujado del Reino Unido", y está ocupado hoy en día por un anticuario; inclusive, sirvió de inspiración para una película. Empero, también existen numerosos países que se atribuyen fantasmas y apariciones, aparte de Inglaterra: Australia, Canadá, Brasil, Dinamarca, Indonesia, Japón, Filipinas, EE UU, entre otros.
Extraño y curioso a la vez es el castillo en Rumanía, cerca de Bran en Transilvania, llamado Castillo Bran, donde los turistas acuden para que les cuenten las historias atribuidas y protagonizadas por el Conde Drácula.
Si lo que se quiere es ver bellas actrices de carne y hueso, en lugar de entes fantasmales, el sitio idóneo en la ciudad de Bombay en la India. Es tanto el auge que ha tenido la industria cinematográfica de esa urbe, que se la conoce como Bollywood, y ya hace tiempo que produce más películas al año que el mismísimo Hollywod en California.
Igualmente son muy demandadas en el mundo entero, las telenovelas latinoamericanas, conocidas también como “culebrones”, porque suelen tener muchos capítulos, y por consiguiente duran meses. Hay ciudades que son verdaderas potencias mundiales, y entre ellas podemos mencionar a Ciudad de México, Caracas, Bogotá, Sao Paulo, entre otras.
Pero si de lo que se trata es de comer bien, al estilo gourmet, hay muchas opciones, aparte de los manjares más conocidos a nivel internacional como los de la cocina francesa, de la española, de la china, de la italiana, etc.; para variar de sabores sería recomendable probar los platos tailandeses en un restaurante de Bankok. Al buscar un equilibrio entre cuatro sabores básicos: amargo, dulce, salado y cremoso, han logrado que la cocina de ese país sea un verdadero reto para el paladar. Para algo más “tradicional” la cocina china con su filosofía de búsqueda del balance entre el yin y el yang, en un restaurante del puerto de Hong Kong, no es mala idea.
Si se desea un plato emparentado con la tradición, se recomienda un cebiche peruano de los noventa y pico de variedades que preparan en Lima, Perú, de esa clase de pescado macerado.
Para finalizar, lo mejor es hacerlo con un espectáculo pirotécnico de fuegos artificiales espectaculares, como los presentan en New York, EE UU, el Día de la Independencia; o en Sydney, Australia, para recibir el año nuevo en la bahía del puerto, al igual que en Río de Janeiro, Brasil, por el mismo motivo, y en la plaza Roja de Moscú, Rusia.

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