martes, agosto 10, 2010

LAS REDES SOCIALES PUEDEN PROPICIAR EL PROGRESO HUMANO


Silueta del Malecón de Santo Domingo desde la Feria (foto: Faustino Pérez)

Por FAUSTINO PÉREZ

Cuando las computadoras eran una novedad y una rareza, en la revista TIME publicaron un reportaje sobre el tema, y el articulista terminaba diciendo que si a uno no le gustaba el ordenador, siempre podía desenchufarlo. Sin embargo, ya los tiempos han cambiado y si las computadoras se desconectan hoy en día, el mundo sufriría un gran descalabro, por la gran dependencia que se tiene de ellas. Imagínense, nada más, lo que significaría una gran aeropuerto, de una gran ciudad, sin computadoras; el caos sería colosal.
Anteriormente, hasta hace pocos lustros, si uno quería leer un periódico, tenía que salir a comprarlo, o bien, que alguien se lo trajese; si deseaba mandar una carta, obligatoriamente se veía en la necesidad de ir a la oficina de correos para comprar y pegarle los sellos al sobre, antes de mandarla; cuando se quería escribir algún texto formal, era menester contar con una maquinilla mecánica, y lo bueno era para borrar alguna equivocación, ya que era imprescindible tener algún tipo de corrector.
Para publicar en la prensa escrita como colaborador, había que hacer malabares, ya que uno tenía que hacerle llegar físicamente las cuartillas al periódico para que en el departamento de composición transcribieran los textos, y por eso era frecuente que les introdujeran errores; eso provocaba que en algunos medios, los autores acudían a corregirlos de nuevo. Para las ilustraciones era una odisea, con las cámaras análogas que empleaban rollo; ya que uno tenía que tomar las fotos, llevar el rollo a revelar y copiar, decidir si había alguna imagen servible después de haber esperado uno o dos días, entonces, esa foto se llevaba al medio conjuntamente con el texto. No es como ahora que uno puede apreciar inmediatamente si la foto está bien, se la imprimen en menos de una hora, si le interesa al fotógrafo; y encima, muchas cosas se pueden corregir previamente con los programas de computadora para el manejo de imagen, si así se desea. Ya las fotos hace tiempo, que no suelen llevarse físicamente al medio impreso o digital, ahora se envían por internet, y en pocos minutos, o a lo sumo pocas horas, pueden ser subidas en los medios digitales o publicadas en los medios impresos. En las redes sociales el postear fotos, o imágenes de otro tipo, y textos, etc., es inmediato.
Una vez entronizadas, las computadoras han ido poco a poco ocupando más y más nichos en la sociedad, siendo cada vez más útiles, menos voluminosas, más prácticas, y nos brindan mayores prestaciones. En el área de la comunicación humana se ha notado mucho la dependencia que tenemos de las “máquinas pensantes”, en particular con los servicios de los mensajes de texto y con las llamadas redes sociales. Todo ello facilitado y potenciado por el Internet.
Antes de la era de las computadoras y el internet, existían los conocidos como radioaficionados, que entablaban relaciones con sujetos afines en muchas partes del mundo, y eran fácilmente reconocibles por las grandes antenas de onda corta en los techos de sus viviendas. Ellos fueron realmente pioneros en la comunicación libre con otros países, y como no había forma de dejar mensajes, era frecuente que madrugaran para poder establecer los contactos con sus amistades en las antípodas. Los citados radioaficionados llegaron a ser muy útiles en casos de desgracias y catástrofes.
De la misma manera que el gruñido precedió a la palabra hablada en la época del hombre primitivo, la radio antecedió a la televisión en la modernidad, la imprenta apareció antes que la fotocopia separadas por varios siglos, y el telegrama y el fax fueron precursores del email, asimismo, las redes sociales han asimilado todos los recursos especializados desarrollados anteriormente a ellas, y se han convertido en verdaderas multimedia, que han asimilado exitosamente y de forma simultánea: los correos electrónicos, las redes de subida de fotos e imágenes de toda laya, las de vídeos, las de música, las de juegos en línea, el llamado chateo, la activación de direcciones de correo electrónico, el recordatorio y la confirmación de eventos, los blogs, los perfiles personales, la creación de grupos con intereses afines, permiten comentarios y opiniones, tienen listas de contactos, cuentan con clasificadores de información, sugerencias para entablar contactos con personas afines, buscador de amigos, avisadores al correo electrónico, es posible “dar un toque” a alguien, “etiquetarle” cualquier información a otra persona, y así por el estilo. Los participantes colaboran también con sus aportes personales y con noticias actualizadas, imágenes, comentarios, enlaces, reportajes, con vídeos interesantes, entre otras formas. E incluso, las redes sociales permiten publicidad gratuita y pagada de los usuarios, y la posibilidad de saber si el amigo de uno está en línea disponible, aunque también se posibilita la llamada “invisibilidad mediática”. Es muy útil además, la opción de personalizar quién puede acceder a nuestra información.
En el costado negativo, las redes sociales han sido vinculadas a una pérdida de la privacidad, sin embargo, es preciso aclarar que todo el desarrollo de las nuevas tecnologías puestas a disposición del público, han venido acompañadas de un mayor control, por parte de los organismos correspondientes. La solución es muy simple: o se toman con las ventajas que proporcionan, a pesar de la pérdida de privacidad, o se dejan. Es un equilibrio muy delicado. No nos olvidemos que a Pablo Escobar, el gran capo colombiano de la droga, lo ubicaron utilizando precisamente la tecnología de la triangulación por radio, porque él también tenía la necesidad de comunicarse.
A todas las demás ventajas antes mencionadas se le suma la gratuidad del servicio y el desarrollo de los teléfonos móviles de nuevas generaciones, que permiten tener acceso a las redes desde cualquier parte, con sólo tener línea de internet. Esto ha traído como consecuencia un desarrollo exponencial de las citadas redes, y por ejemplo, Facebook, celebró recientemente el afiliado número 500 millones, y Twitter, tiene más de 145 millones. Es evidente que para coordinar a tanta gente, generando tanta información, se requiere de súper-computadoras.
Existen varias decenas de redes sociales en el mundo, con zonas de influencia variables, empero, Facebook y Twitter son las más populares a nivel global. Una de las diferencias fundamentales es que Twitter limita los mensajes a 140 caracteres cada uno, lo cual viene como añillo al dedo para el uso de celulares con conexión al internet, y por eso se le llama microblogging.
Si partimos del hecho comprobado de que lo que determina el progreso humano es el tiempo y el esfuerzo que se le dedica al mismo progreso, después de haber resuelto los problemas de manutención, de supervivencia, y los conflictos; podemos deducir que las redes sociales pueden servir para el susodicho progreso humano, si se saben emplear.
Me explico: Según el diccionario de la Real Academia, el vocablo Internet, es un término ambiguo, ya que se puede decir de tres maneras: el internet, la internet, o Internet, a secas: y precisamente el internet ha sido la gran herramienta, o el invento milagroso que ha permitido que las computadoras se comuniquen entre sí, de tal suerte que la información de todo tipo podía fluir entre ellas, como textos, imágenes y sonidos, principalmente. Si trazamos un paralelo con el Internet, las redes sociales, por igual, han sido otro gran logro de la humanidad, equivalente en cuanto a la dimensión humana se refiere a la invención del Internet, porque consiente que las personas interactúen entre ellas. Esto significa que uno puede asociarse con personas de gustos y/o intereses afines a nivel mundial, lo cual ya es sumamente importante, y le permite al usuario interesado conseguir toda clase de informaciones, de datos, y de enterarse de aquello que están haciendo los demás, aparte de que se pone al corriente de las convocatorias de eventos. Anteriormente todo esto se le dificultaba enormemente al beneficiario.
Las redes sociales le permiten a la persona elegir sus amistades, y por otro lado, viabilizan la comunicación entre los socios aunque no se tenga la dirección de correo electrónico de la otra persona; y si algo sale mal, siempre queda la alternativa de borrar a esa persona como amiga. Debido a la gran cantidad de afiliados, es factible y no es raro, encontrarse con amigos en línea, de los cuales no se tenía la más mínima idea de su paradero. Todo lo anterior significa tres grandes ventajas extras. En el lado negativo, que conste que en las redes sociales, aparecen por igual, prostitutas y oportunistas de todo tipo, pero siempre cabe el consuelo de poder denunciarlos, y así subsanar esa desventaja.
Para nosotros los isleños, las redes sociales son un gran avance porque colaboran decididamente y coadyuvan a salir del aislamiento geográfico, y de la “claustrofobia” que produce la insularidad.
El problema surge cuando el usuario no le dedica tiempo al progreso humano, sino, que pierde mucho ese mismo tiempo en actividades lúdicas como los juegos en línea, o en caprichos contando disparates, o promoviendo el chisme y otras malas artes, con lo cual pierde la oportunidad y se la hace perder a los demás. Con esto lo que se hace es desvirtuar el uso de la red social y desaprovechar las ventajas que ofrece el medio, y de paso con esas prácticas delata su nivel de inteligencia y de información.

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