La Flautista (grabado: Félix Berroa)
Por Manases Sepúlveda
Un momento de debilidad es capaz de derrumbar toda una vida de éxitos y excelencia profesional, económica y política, mucho más si el caído tiene una influencia vital en la decisión económica de intereses geopolíticos en los organismos multilaterales como es el caso de Dominique Strauss-Khan, ex presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Presionado por las enormes circunstancias políticas en su contra renunció en una corta misiva donde otra vez proclamaba su inocencia. Es en ese momento donde empiezan las estrategias tanto de sus adversarios como de los que aprovechan el momentum para acceder al codiciado puesto del FMI.
Quizás muchos querían la cabeza de Strauss Khan que ahora luce abatido y desconcertado, a pesar de que la ley de su país (Francia) lo protege de publicar sus imágenes esposado (Ley Guigou). Eso poco importa para los medios internacionales, el sacrificio está hecho.
La mucama del hotel, protagonista de la historia, Nafissatou Diallo, todavía tiene mucho que decir aunque prácticamente Strauss Khan haya sido condenado mediáticamente y mucho más con otra acusación por parte de una periodista.
Lo trágico de la historia es que la debilidad manifiesta hacia las mujeres fue aprovechada de manera magistral. Ese defecto se convirtió en su talón de Aquiles, tal como lo afirmó Philippe Martinat, autor del libro "DSK-Sarkozy: el Duelo".
Es probable que hubiera habido un complot por parte de sus adversarios políticos aprovechando su debilidad harto conocida hacia las mujeres. Existen informes de que la noticia del supuesto intento de violación fue conocida y difundida por la red apenas minutos de haberse consumado.
De todas maneras los sondeos indican que los socialistas franceses ganarían en primera vuelta, no obstante el declive del ex director del Fondo Monetario Internacional, que ahora deberá llevar una intensa lucha para limpiar su nombre.
La historia de Strauss Khan es una lección futura para otros líderes que hacen camino en las senadas intrincadas y llenas de trampas de la política mundial, en el que cualquier debilidad es fatal. El libro bíblico de los Proverbios (14:8) aconseja: La ciencia del prudente está en discernir su camino.
El juego de poder en la poítica mundial es engañoso, hay que dicernir y sacrificar debilidades, las caídas no se perdonan como la de Strauss Khan que prueba el sabor amargo de la desdicha.
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