martes, octubre 02, 2007

LAS POSIBILIDADES DEL FOTOMONTAJE

EL FOTOMONTAJE, EL FOTO-COLLAGE, LA TÉCNICA DEL SANDWICH, O EL SANDWICHING


Por FAUSTINO PÉREZ

El combinar el “aquí-ahora” con el “allá-después” no es cosa de nuestros días en fotografía, o sea, que las combinaciones del tiempo y del espacio no son nuevas en esta especialidad. Lo que sí ha cambiado mucho es la manera de cómo hacerlo.
Uno de los fotomontajes más célebres en la historia de la fotografía se realizó nada menos que en el año 1857 por Oscar Gustave Rejlander, un pintor-fotógrafo sueco quien vivía en Inglaterra. Empleando como mínimo treinta y dos negativos de las fotos de modelos contratados, realizó un fotomontaje de casi un metro de longitud en mes y medio de trabajo, al que le puso el título de The two ways of life. Probablemente este sea el primer fotomontaje conocido en los anales fotográficos.
Cuando el trabajo se expuso en la Art Treasures Exhibition de Manchester, provocó una viva polémica, ya que le cuestionaban el aspecto moral y ético de semejante obra, y por otro lado, se preguntaban acerca de los méritos que tenía la pieza en tanto obra de arte. Rejlander argumentó que él empleaba la técnica sencillamente como una herramienta de trabajo, y claro está, esa respuesta era una manera de acallar las críticas, y de lavarse las manos.
Más de un siglo después, otro fotógrafo, esta vez estadounidense, se destacó en el mundillo fotográfico por el empleo de hasta una docena de ampliadoras simultáneamente, o no, en la realización de fotomontajes. Nos referimos al maestro Jerry Uelsmann, quien desde la Universidad de la Florida y a partir de la década del 1960, creó una escuela de imágenes surrealistas empleando técnicas y herramientas totalmente análogas.
Otros muchos fotógrafos han incursionado en el montaje, y entre ellos merecen destacarse en la época pre-digital: Lucas Samaras, el artista multimedia quien logró crear piezas plenas de originalidad, incluso, experimentó con la cámara Polaroid manipulando las fotos antes de que los pigmentos se endurecieran; Art Kane, probablemente el primer autor en introducir el movimiento aparente en el montaje fotográfico, haciendo corrimientos y desplazamientos con las diapositivas, en la foto convencional, empleando la duplicadora de diapositivas, o bien, realizando exposiciones múltiples, además, es el autor varias portadas de discos para los Beatles, y preparó otra serie para recaudar fondos pro-salvación de Venecia; Sam Haskins es un autor importante, sobre todo en la fotografía erótica y de modas, él incluso preparaba maquetas para combinarlas con la fotos de las modelos, aparte del uso de proyectores de varios tipos; Bill Binzen, con sus imágenes creaba un mundo muy personal e inquietante, a base de colocar boca abajo algunas imágenes o de cubrir parcialmente otras, a la vez que empleaba ópticas diferentes; Mitchell Funk, inventaba un horizonte artificial, al tratar sus temas preferidos como el del ser humano agobiado por la gran urbe, y en el de los paisajes oníricos, y así entre otros.
En el fotomontaje se combinan imágenes como ya se dijo, y estas fotos pueden estar en negativo (con colores o tonos complementarios o invertidos), o en positivo (con tonos o colores similares o equivalentes a los reales).
Empero, ¿qué sucede cuando dicha imagen es única?, pues sencillamente que ella tiene que valerse por sí misma, y “proyectar” su mensaje sin ayuda, y para compararla tiene que ser con otra foto o con una imagen que se recuerde y que, por supuesto, no está ahí; en cambio, si son dos las imágenes separadas colocadas una al lado de la otra, ya tenemos dos elementos en distintos tiempos y espacios y es posible compararlas, analizarlas, cotejarlas, o contrastarlas, directamente. Se podría argumentar que la imagen fotográfica siempre está en tiempo pasado, porque desde el momento en que se realiza la toma hasta que se aprecia la imagen pasa un tiempo, pero definitivamente serían pasados distintos. En suma, hay un “antes” y un “después”, o bien, es posible que haya un “arriba” y un “abajo”, o un “frío” y un “caliente”; es decir, que se puede jugar con valores contrapuestos, si se desea.
Si son tres o más las imágenes, es más fácil contar una historia, porque ya hay espacio para un principio, una resolución y un final, si se pretende colocarlas de forma secuenciada con un orden prefijado; o bien cabe la posibilidad de convertirlas en una serie, en la que el orden no altera el mensaje final.
Al permitir la mezcla de varias imágenes en una sola, el montaje implica un ahorro de tiempo y de espacio, aunque paradójicamente se trate en la foto elaborada empleando dos o más tiempos y lugares distintos combinados. Cuando el montaje está bien hecho, puede incluso pasar desapercibido si las imágenes se prestan para ello y se domina la técnica.
Conviene aclarar, además, que en todo fotomontaje es preciso tener en cuenta cuatro variables principales, aparte de las habilidades técnicas imprescindibles, tanto en la fotografía convencional, así como también en la digital:

a) EL SIGNIFICADO DE LA COMBINACIÓN DE LAS IMÁGENES.
b) LA COMPOSICIÓN DE LOS ELEMENTOS.
c) LA DENSIDAD DE LOS ORIGINALES QUE INTERVIENEN.
d) EL CROMATISMO O TONALIDADES.

A) Está claro que si se yuxtaponen imágenes también se suman los significados de las fotos que intervienen, y si no se tiene cuidado el resultado puede ser muy cruel, por no decir algo peor. Ahora bien, si lo que se desea es ofender deliberadamente, el fotomontaje es ideal.
B) La composición es muy importante porque al ser dos o más los elementos que intervienen, fácilmente puede resultar una imagen con desequilibrio compositivo, lo cual no es deseable a menos que se quiera provocar un desasosiego al contemplarla, o bien, una imagen inquietante a propósito.
C) En cuanto a la densidad de las fotos se refiere, si hay una muy oscura y otra sobreexpuesta, entonces lo lógico es que una predomine sobre la otra, a menos que con la computadora se “nivele” el tono o el color, antes de hacer el montaje; y en la foto clásica, se emplee la ampliadora para equilibrar la descompensación, si se trata de imágenes ya tomadas, o se compense con el diafragma y/o la velocidad de la cámara al tomar una foto ad hoc.
D) El cromatismo es de suma importancia igualmente, porque por una parte puede descompensar la imagen resultante; e incluso, cada color bloquea a otro(s) específico(s), o bien, se suman o se restan entre ellos, de acuerdo con las tablas de colores aditivos y sustractivos.

Con la computadora se han incrementado enormemente las posibilidades del fotomontaje, ya que los programas para el manejo de imagen más conocidos y con más posibilidades como el Photoshop y el Corel, traen, o se les instalan, o bien, se crean para ellos, numerosas “herramientas” aprovechables para los montajes: tales como los filtros de colores y de otras muchas clases, los degradados, los llamados pinceles, las formas de todo tipo, los que se conocen como “estilos” que son capaces de alterar la imagen de maneras increíbles, las tramas y texturas, y así sucesivamente.
Con tantas herramientas a disposición de los usuarios resultan millones de combinaciones posibles, por no decir infinitas.
Pero tampoco se deben de desdeñar o menospreciar los efectos de combinaciones de imágenes empleando los procedimientos “clásicos”, por llamarles de alguna manera, y lo que es más, cabe la opción de mezclar procesos análogos con los digitales.
Solamente con la utilización de los diferentes tipos de proyectores se tienen múltiples posibilidades: empleando dos o más proyectores en una pantalla, o sobre el sujeto, entonces se fotografía el resultado; con el proyector de objetos opacos; con el retroproyector; con el proyector frontal de fondos, entre otros.
No voy a entrar en la duplicadora de diapositivas, ni en las exposiciones múltiples con la cámara, ni tampoco en la ampliadora del laboratorio, porque con el ordenador han quedado como reliquias a la hora de hacer fotomontajes, ya que se tiene mucho mayor control con la computadora.
Luego, como se sabe, existen varias maneras de “introducir” las imágenes en el ordenador, para aplicar los correspondientes programas: a partir de una cámara digital, por medio del escaner, tomándola del Internet, por mediación de un soporte digital como el CD, el DVD, el ZIP, un DISKETTE, de un lápiz de memoria (conocido también como “memory stick”, o “memoria flash”), por transferencia de archivos, fotografiando la pantalla con el teclado, etcétera. Y así se inicia el proceso para el empleo de los programas para el procesamiento de imágenes del ordenador.

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