LA AMPLIACIÓN DEL MUSEO DEL PRADO
Por FAUSTINO PÉREZ
Si de algo puede vanagloriarse - y con motivos de sobra – el Museo del Prado, es de albergar una de las más extraordinarias pinacotecas del mundo. Y ahora con la nueva ampliación, su colección permanente se ha enriquecido enormemente con auténticas joyas de la pintura española del siglo XIX, que estaban en sus fondos, pero sin ser exhibidas por falta de espacio.
Dicho anexo consta de tres niveles, y fue construido en el lado opuesto de la entrada principal del museo por el Paseo del Prado. En la planta baja tienen dos grandes salas y un salón de actos; en la primera está otro salón de gran tamaño y una pequeña, y en la segunda incorporaron un claustro a la arquitectura.
El núcleo principal de la institución museística está formado por la pintura española y europea, desde el siglo XII hasta el XIX; es decir, desde el arte mural sacro de la baja Edad Media hasta lo mejor del siglo XIX; a lo que hay que añadir su colección de esculturas que abarca desde el período arcaico griego hasta el helenístico y el universo romano. También cuenta con un valioso muestrario de medallas, dibujos, y estampas. Igualmente exhibe la llamada Colección del Delfín consistente en artes decorativas, incluyendo finas piezas de porcelana y de cristal de roca.
En total el museo muestra en su sede alrededor de 1300 obras, de las 18000 que posee, entre pinturas, esculturas, dibujos, estampas, y de objetos decorativos, ya que la mayoría se encuentra en concepto de préstamos y en los almacenes.
Originalmente el Prado se concibió como un gabinete de Ciencias Naturales en el 1785, pero Fernando VII tomó la decisión de convertirlo en un museo con una doble misión: exhibir las obras propiedad de la corona, y la de mostrarle a Europa la existencia de una escuela española tan digna como las demás. Así abrió sus puertas al público en 1819.
Desde la fundación de El Prado, se han incrementado sus colecciones con obras procedentes de legados, donaciones y compras.
La nueva ampliación resulta algo chocante si la comparamos con el museo original, ya que la parte que se inauguró recientemente tiene escaleras mecánicas, las salas bien iluminadas, las paredes que sirven de soporte a las pinturas son de colores más atractivos, y los pisos son modernos. Ahora el antiguo palacio se percibe como mustio y trasnochado, me refiero a la infraestructura.
Entre los pintores y escultores mostrados en las nuevas salas del Museo del Prado y/o pertenecientes al mismo siglo tenemos:
AGUSTÍN QUEROL: Escultor afrancesado, sin mucha personalidad en el tratamiento de los materiales escultóricos.
ANTONIO SOLÁ: Escultor fino, con mucha experiencia en los trabajos en mármol.
AURELIANO DE BERUETE: De claro corte impresionista en sus paisajes optimistas, siguiendo los dictados de ese estilo.
CARLOS DE HAES: Muy buen paisajista de paleta luminosa, con un amplio repertorio del pincel.
CARLOS LUIS DE RIBERA: Retratista sobrio con estilo clásico y pincelada precisa.
DARÍO DE REGOYOS: Otro de los más conocidos. Impresionista hasta los tuétanos. Con colores pastel y pincelada típicamente suelta.
DAVID ROBERTS: Paisajista onírico, con temática semi-costumbrista.
DOMINGO VALDIVIESO: Muy buen pintor, con preferencia por los temas místicos y religiosos.
EDUARDO BARRÓN: Sus esculturas hacían referencia a los personajes de la historia y de la mitología.
EDUARDO ROSALES: Otro de los grandes de este siglo. Claramente impresionista, con preferencia por el cromatismo tenue.
ELISEO MEIFRÉN: Influenciado por los franceses, en temas y estilo. Muy bueno y exquisito técnicamente hablando.
FEDERICO DE MADRAZO: Excelente pintor y retratista, con amplio dominio de la técnica pictórica.
FRANCISCO DE GOYA: Es el pintor más representado en las colecciones de El Prado. Goya era un artista con una producción muy desigual, aparte de que abarcó un período muy dilatado. Sus obras incluyen desde las Majas Desnuda y Vestida, hasta la Pinturas Negras, pasando por los Fusilamientos del 3 de Mayo.
FRANCISCO DOMINGO: Claramente impresionista, trataba el paisaje con sobriedad. Virtuoso del pincel, con obras de pequeño formato.
FRANCISCO SANZ Y CABOT: Tenía una afición por la temática histórica, que plasmaba con buena técnica, dramatizando los efectos.
GENARO PÉREZ VILLAAMIL: Pintor de paisajes solitarios.
IGNACIO PINAZO: Dotado con una técnica fuera de serie con una bella luminosidad, con preferencia por los formatos grandes.
IGNACIO ZULOAGA: Pintor de excelente escuela. No tiene nada que envidiarle a los más famosos de su época.
JOAQUÍN SOROLLA: Extraordinario pintor retratista, con dominio de las claves bajas; técnicamente bastante sobrio. Es uno de los grandes.
JOSÉ CASADO DEL ALISAL: Con temas históricos y mitológicos, y un poco tenebrista.
JOSÉ RIBELLES: Le gustaba pintar los grandes espacios con un estilo antiguo, poco espontáneo y acartonado, al estilo medieval.
JUAN ANTONIO DE RIBERA: Prefería los temas mitológicos con claras influencias religiosas.
JUAN SAMSÓ: Extraordinario escultor en el empleo de materiales menos nobles, pero más telúricos. Se concentró en temas variados, incluyendo los religiosos.
LEONARDO ALENZA: Algo tenebrista de pinceladas algo sueltas con temas de época y costumbristas.
LUIS JIMÉNEZ ARANDA: Pintor “documentalista”, uno de los tantos precursores del reportaje. Aburrido hasta la saciedad.
LUIS MENÉNDEZ PIDAL: Pintor con poco ángel, de cromatismo parco, y con ínfulas de místico.
MANUEL RODRÍGUEZ DE GUZMÁN: Pintor de verbenas y otros temas populares.
MARIANO BENLLIURE: Escultor anodino, aburrido en el tratamiento y correcto en la técnica.
MARIANO FORTUNY: Uno de los acuarelistas favoritos del público, siguiendo los lineamientos del estilo impresionista, con pincelada suelta y exquisita, en el difícil arte de la acuarela.
MARTÍN RICO: Con sus paisajes marítimos, delicados y con mucha luz mediterránea.
MATEO INURRIA: Escultor academicista con poco “gancho” visual.
MIGUEL BLAY: Escultor intimista, con depurada técnica.
RAFAEL TEGEO: Retratista sobrio sin distorsiones figurativas.
RAIMUNDO DE MADRAZO: Es el autor de una joya de cuadro muy expresivo titulado: La modelo Aline Masson. Es uno de los pintores más conocidos.
RAMÓN CASAS: Dejaba constancia de unos hechos. Se convertía en un “notario” del pincel.
VALERIANO DOMÍNGUEZ BÉCQUER: Pintaba contenidos bucólicos y costumbristas, y de estilo semi-tenebrista.
VENANCIO VALLMITJANA: Escultor con predilección por los temas religiosos, con buena habilidad para el mármol.
VICENTE LÓPEZ: Este artista tenía un gran dominio de la técnica, que empleó para sus retratos y para hacer alardes pictóricos materializados en las telas y tejidos.
VICENTE PALMAROLI: Estupendo pintor impresionista e intimista, con el empleo de un variado cromatismo.
lunes, abril 28, 2008
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