viernes, octubre 10, 2008

LA COTIDIANIDAD DE LOS SUPERHÉROES

EL TIEMPO EN LOS CÓMICS

Por FAUSTINO PÉREZ


Siempre he pensado que la variable del tiempo es la más compleja en casi todas las especialidades de las ciencias de la información, y de las ciencias en general, y los cómics no son una excepción.
Un dibujante puede expresar gráficamente el paso del tiempo de muchas maneras, en este medio de comunicación distractivo verbo-icónico: con un gallo cantando, con las hojas del calendario volando, con un grifo goteando, con militares marchando, con el sol cambiando de posición en el cielo, con un reloj de arena, con un metrónomo, un teléfono sonando, una mecha encendida de una carga de dinamita, con relojes de todo tipo, y así sucesivamente. Igualmente, se emplean actividades cotidianas como el beber un vaso de agua, o una persona cepillándose los dientes; o bien, de forma más dramática dando un puñetazo o disparando un tiro. Todos estos ejemplos sirven como referentes, ya que se supone que todo lector de historietas está al tanto, o al menos intuye, lo que dura aproximadamente cada uno de ellos.
Se sabe que en los cómics occidentales el tiempo transcurre según la convención de la lectura de la página, es decir, de izquierda a derecha; esto significa, que lo que se encuentra a la izquierda se ha de leer primero, y lo que está arriba es previo a lo que se encuentra debajo. Si se desea cambiar ese ordenamiento, es preciso indicarlo de alguna manera, como por ejemplo, usando números o letras. En los “mangas” japoneses y publicaciones historietísticas de otro tipo de esa nación, la portada nuestra equivale a la contraportada de ellos, y viceversa. Para los chinos y los árabes, el tiempo se codifica de otra manera.
Quien dibuja tiene también la posibilidad de crear otros efectos icónicos para expresar cualquier particularidad del tiempo, baste como muestra lo que se conoce técnicamente como un dibujo sangrado en la página, o sea, sin bordes libres, que expresa un tiempo con momentum, o decir, “suspendido” y algo eterno.
Cuando se trata del tiempo, es preciso tener en consideración que la propia viñeta posee tiempos distintos, y los principales son: el del guionista, el de ejecución; y el de lectura que puede ser muy variado al igual que los anteriores; ya que como se comprenderá no es lo mismo, un cuadrito pequeño, que un frame grande que ocupe una página completa, y si tiene muchos elementos, se tarda más en leer, por supuesto.
Pero qué duda cabe de que también existe un tiempo entre viñeta y viñeta, cuya duración puede variar muchísimo en la narración, ya que puede durar desde fracciones de segundo, hasta miles de millones de años. La forma más corriente de viñeta es la rectangular colocada horizontalmente, o sea, apaisada; aunque cuando el dibujante se enfrenta con la página en blanco, le puede dar a la viñeta el formato que quiera y/o le convenga. Incluso existen narraciones en las que se prescinde de las viñetas.
El tiempo tiene velocidades de transcurrir marcadamente distintas, y en esta particularidad se parece mucho al cine, al igual que en otras características. En este sentido vamos a simplificar y a aceptar tres celeridades:
A.- Tiempo lento o ralentizado: semejante a la cámara lenta en cinematografía, y consiste en el empleo de más viñetas de las habituales en la historia. Se practica para crear una sensación de suspenso, o momentum. Un ejemplo sería una patada de un karateca en veinte viñetas; o una chica desvistiéndose, en igual cantidad de cuadros.
B.- Tiempo normal: así llamado porque se usan un número estándard de viñetas, y en cine viene ser como una narración normal. Es decir, el lector no nota nada raro o diferente a lo que ya está acostumbrado.
C.- Tiempo acelerado: es cuando se utilizan menos viñetas de las habituales, y equivale a la cámara rápida en cine. Resulta ser algo hilarante, y a veces hasta desconcertante. Para ilustrar este caso, piense en un payaso que se cambie de indumentaria rápidamente, o a un sujeto que le crezca la barba en tres viñetas.

Existen otros efectos relacionados con lo temporal, que como hemos visto está indisolublemente liado con el espacio; o dicho de otra manera, vienen a ser lo mismo, en la práctica.
Por ejemplo, se cuenta con el recurso conocido como el flash back. Es decir que el dibujante “trae” de un tiempo pasado, un fragmento de narración, que el lector no había leído previamente; (definiendo al tiempo presente como la viñeta que se está leyendo). El tiempo pasado serían las viñetas leídas con anterioridad a la que se está leyendo, de la misma página y de las precedentes si las hubiese. Si el flash back hubiese aparecido anteriormente en la historia, entonces, se repetirían las secuencias en la misma narración, y eso no ocurre.
El lector tiene que deducir por los cambios cromáticos, por los tiempos verbales, y por otros efectos gráficos que se trata de un flash back.
En el otro extremo se halla en flash forward, y consiste en lo contrario que el anterior flash. Esto significa que el dibujante incluye una secuencia breve de viñetas relacionadas con el futuro. . Por definición también, el futuro serían las viñetas que faltan por ver de la misma página que se lee, y de las posteriores si las hubiese. Empero, no son escenas que se iban a leer con posterioridad a la viñeta que se está leyendo, siguiendo nuestra definición de tiempo futuro. Si ocurriese esto entonces se repetirían escenas en la historia. Como siempre el lector ha de deducir por los cambios cromáticos, por los tiempos verbales y por otros recursos gráficos, que se trata de un flash forward.
Pero hay otro flash que yo identifiqué, y sucede cuando el personaje de la historieta cree que está en una situación y en realidad está en otra, o piensa que está en compañía de alguien y verdaderamente se encuentra con otra…a este recurso le llamé flash en presente continuo, el cual también tiene sus aplicaciones. Esto implica que existe una disparidad entre lo que está ocurriendo, y lo que cree, piensa, o se imagina el personaje que está sucediendo en ese mismo tiempo/lugar. Por ejemplo, usted está leyendo este ensayo por este medio, y cree que lo está viendo en otro.
Ahora bien, se pueden combinar las tres velocidades básicas de narración con los tres flashes que ya vimos, con lo cual la historia se puede complicar mucho más.
En el mundo real el pasado es lo ya vivido; en los cómics, si seguimos la definición propuesta, son las viñetas ya leídas, con respecto a la que estamos leyendo. Por su lado, el presente en nuestra cotidianidad es algo que fluye permanentemente, y como ya vimos, en los cómics se trata de un tiempo fluctuable de lectura de una viñeta concreta.
Con relación al futuro en nuestro quehacer diario, son las expectativas nuestras; sin embargo, en las historietas el futuro ya está predeterminado porque son las viñetas que nos faltan por leer y ya están impresas; lo único que no las hemos leído, todavía.

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