jueves, mayo 28, 2009

LA "LECTURA" DE LAS CIUDADES: UNA INTERPRETACIÓN (2)

Por FAUSTINO PÉREZ


Dentro de lo que cabe, y salvando distancias, hay ciudades que recuerdan a otras, o por lo menos logran recrear "ambientes" foráneos, y como ejemplo más notorio tenemos a Las Vegas, en Nevada, que parece tener un poco de cada una de las más importantes del mundo, es decir, aquello que se considera más representativo de las demás. En este apartado incluyo, igualmente, a las urbes que parecen estar ubicadas, en parte, en otro continente, tal como le ocurre a Santiago de Chile, que tiene zonas que recuerdan al continente europeo. De la misma manera, la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamoussoukro, en Costa de Marfil, está inspirada en la Basílica de San Pedro de Roma.
Existen metrópolis que progresan en base a una sola actividad, o por lo menos a muy pocas “especializaciones”, así tenemos en ese tenor a la mismísima Las Vegas, con su "industria" del juego, o Roswell, New Mexico, con el tema de los extraterrestres, es decir, que son ciudades para actividades específicas. En Fátima o en Lourdes todo el pueblo vive de lo mismo: sus respectivas vírgenes. En Padua ya tienen más opciones para el turista, aparte de su virgen.
En cambio, otras tienen actividades más mundanas, como se manifiesta en El Cairo con los shows de la danza del vientre, o en Sao Paulo con espectáculos de sexo en vivo, o bien, París, que aparte de los strip teases, cuenta con llamativos shows eróticos, por ejemplo el del Le Crazy Horse con sus bailarinas bellísimas cortadas con las mismas tijeras; y por igual, New York con sus Rockettes de Radio City. Ámsterdam es otra ciudad con mucho desarrollo en la “industria” del sexo, incluyendo el barrio de las prostis en “escaparates”. La ciudad holandesa tiene una actividad sexual similar que el sector de St. Pauli de Hamburgo, en Alemania; o bien, el distrito de Kabukicho en Tokio.
El turismo ha logrado su madurez, pero el problema estriba en mantenerlo, y son inverosímiles las cosas que se hacen para que el turista vuelva. En Florencia, Italia, tienen una escultura, de tamaño casi real, de un jabalí de bronce en el mercado, y la leyenda dice que si se le toca el hocico o morro, la persona regresa a esa ciudad; y el la misma Roma la excusa es la Fontana di Trevi lanzando una moneda, y el Saqqara, Egipto, la moneda se tira en un pozo. Con la excusa de que los turistas volverán siempre y cuando hagan algo, los vigilantes hacen sus agosto cuando recogen todas esas monedas.
Hay conglomerados humanos que uno no se explica cómo sobreviven en lugares tan áridos, como le sucede a Iquique, en el norte de Chile, al lado del desierto de Atacama, donde apenas se ve algún vestigio de vegetación; bueno, El Cairo se encuentra a orillas del Nilo, en medio de dos desiertos; y como contraste con las anteriores, hay lugares muy húmedos tal como pasa en algunas ciudades de Brasil, como Manaus, donde llueve a diario.
Algo increíble es la anchura del Mar del Plata entre Buenos Aires, Argentina y Montevideo en Uruguay, con sus 160 kilómetros de ancho, pero a pesar de tanta agua, los peces pican muy poco comparativamente.
Cerca de la misma capital argentina, aproximadamente a 50 kilómetros, hay una ciudad que vive, en buena medida, de los fósiles de los dinosaurios que poblaron ese territorio sudamericano hace millones de años, y que se encuentran en su Museo de La Plata de Historia Natural. En ese mismo lugar tienen momias andinas en muy buen estado de conservación. A una distancia similar de Bogotá, en Colombia, se encuentra Zipaquirá, con su famosa Catedral de Sal, algo digno de visitar. El recorrido es bastante extenso, y se pueden apreciar los maravillosos espacios que se han creado. ¡Aquello parece de magia!
Bogotá es la ciudad de los autobuses, y los tiene de todos los modelos, colores y tamaños, incluyendo una red de transporte urbano muy eficiente, en plena ciudad, llamada Transmilenio, que funciona como un metro de superficie.
Con transporte colectivo, o no, casi todas las ciudades permiten excursiones a lugares de interés más o menos cercanos. Podemos poner como ejemplo al Volcán de Agua de la Ciudad de Guatemala, con su lago en el cráter.
Otras, por su lado, tienen el agua de la playa en la misma ciudad, por ejemplo, Río de Janeiro con sus famosas playas de arena, o Cannes, en la Riviera francesa, con su playa de cantos rodados.
Para salvar sus ríos las ciudades construyen puentes, como el majestuoso Alejandro III en París, que cruza el serpenteante Sena, o los 13 puentes pequeños y diferentes del Río Sumida a su paso por Tokio, cada uno con su nombre y su historia. En cambio los puentes de New York son espectaculares, y algunos son hasta históricos, como el Brooklyn Bridge o el George Washington Bridge. Esta ciudad también cuenta con túneles para cruzar los ríos, como el Holland Tunnel y el Lincoln Tunnel. Ambos conectan a Manhattan con el estado de New Jersey.
El transporte de una urbe se facilita o se dificulta por sus aeropuertos, y algunos están bastante alejados como el de Narita que está a 60 kilómetros de Tokio. Este aeroparque es tan elegante que tiene fuentes medianas y obras de cerámica de tamaño apreciable, sobre todo, en el área de salida de pasajeros. En cambio otros están prácticamente en la misma ciudad como es el caso del Benito Juárez en Ciudad de México, que ha sido prácticamente "arropado" por el crecimiento urbano.
Los que siempre están en las ciudades son los niños, y los juegos para ellos en el Jardín de las Tullerías en París han sido diseñados para desarrollarlos mental y físicamente. Lo mismo que los juegos del Parque de Ibirapuera de Sao Paulo, que algunos de ellos integran la naturaleza descartada al juego; por ejemplo, integrando un tronco caído al juego.
Muchas metrópolis integran bellas o curiosas esculturas a sus ambientes citadinos, como el Pensador de Rodin en la Plaza del Congreso de Buenos Aires, o las esculturas de Botero en el Paseo de la Castellana de Madrid. Como nota curiosa está la famosa escultura de Bruselas convertida en el símbolo de la ciudad: el Manneken Pis, con su contraparte la de la niña Jeanneke Pis. El mismo metro de Caracas cuenta con bellas esculturas de los maestros Jesús Soto, y de Carlos Cruz Díez.
Donde no perdieron el tiempo para buscarle una solución a los problemas del entorno integrando todos los elementos disponibles, fue la brillante decisión de resemantizar y pintar de colorines al antiguo barrio marginado de Caminito en Buenos Aires. De esa manera convirtieron un problema urbanístico, es decir, un arrabal costero, en una fuente de ingresos para la comunidad, embelleciendo el barrio, con sus bailarines de tango en plena calle, sus tiendas de souvenirs, y sus otros lugares de interés, como el museo, y los restaurantes. También, beneficia a las agencias de viajes, a los transportistas, a los guías turísticos, y de la misma manera, le sacan provecho los vendedores callejeros, los artistas pintores y caricaturistas, etc.
Una solución para salvar grandes diferencias de altitud, es el teleférico que tienen en Río de Janeiro para subir al Corcovado gigante en el Monte Pan de Azúcar; o en Puerto Plata, en el norte de la República Dominicana para remontar la loma Isabel de Torres. En Bogotá, Colombia, tienen tanto un teleférico así como también un funicular para subir al cerro de Monserrate, desde donde se divisa toda la ciudad.
Otros medios de transporte como el tranvía aún se emplean, tal como sucede en San Francisco, California; en Lisboa, Portugal; y en Alejandría, Egipto. El sistema más extenso del mundo de tranvías lo tiene la ciudad de Melbourne, en Australia.
Más extraño resulta el trolleybus también, el cual se puede ver en las calles de Atenas, Grecia; o en Sao Paulo, Brasil. En Reading, Reino Unido, los tenían de dos niveles, y el Zurich existen de doble tamaño.
En cambio, las ciudades románticas es mejor disfrutarlas caminando a pie, como el paseo a orillas de río Sena de París, o pasear por las calles de Viena, en Austria, o por las de Praga en la República Checa. El parque de El Retiro de Madrid, y el mismo Central Park de New York o el Parque Ueno de Tokio, tienen zonas muy al gusto de las parejas enamoradas, en especial en otoño.
Pero como todo tiene un final, incluyendo el amor, existen cementerios famosos en el mundo por la gente allí enterrada, por ejemplo en Buenos Aires, el de la Recoleta alberga el cuerpo de Eva Perón, y es un auténtico lugar de peregrinación; al igual que el de la Chacarita, donde estuvieron los restos de Juan Domingo Perón, y aún están los de Carlos Gardel. En el de Arlington, Virginia, reposa John F. Kennedy; y en el de Père Lachaise, de París, están enterrados Marcel Proust, Fréderic Chopin y Edith Piaf, entre otros muchos. En Londres en el Cementerio Highgate está la tumba de Karl Marx,
y en Ginebra, Suiza, se hallan los despojos de Jorge Luis Borges en el Cimetière des Rois, y así por el estilo. Por su parte Albert Einstein pidió ser cremado y sus cenizas esparcidas, - pero antes, le extrajeron el cerebro para estudiarlo - ; al igual que solicitó Mao Zedong, pero no fue complacido, y en vez de cremarlo, lo embalsamaron. Ahora reposa en su mausoleo en la Plaza de Tiananmen, en Beijing.

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