jueves, julio 23, 2009

EL ENAMORAMIENTO DE LA IMAGEN DEL ÍDOLO, NO DE LA PERSONA

Por FAUSTINO PÉREZ

Una imagen es una representación de algo, pero el problema surge cuando la representación misma es más admirada, querida, e incluso, deseada, que la realidad auténtica. Es un tipo de desinformación, pero es una desinformación consentida, incluso tolerada, que se da por descontada, por decirlo de alguna manera.
Según Ma. Fraguas de Pablo en su libro Teoría de la Desinformación, ella la define como “la acción del emisor que procede al ensamblaje de los signos con la intención de disminuir, suprimir o imposibilitar la correlación entre la representación del receptor y la realidad del original”. Nos estamos refiriendo a las imágenes fijas, que vemos todos los días de los artistas cantantes, ciertos deportistas, políticos, actores, modelos, candidatas a reina de belleza, principalmente, que son retocadas con los programas de manejo de imagen, como el Photoshop o el Corel; así como también a las que se muestran en otros medios.
En todos estos casos, no se trata precísamente de disminuir, ni tampoco,de suprimir, o imposibilitar, sino de resaltar, de embellecer, o sea, de convertir la apariencia en un “producto” más “vendible” y apetecible. Naturalmente, se parte de la base de que lo bello y bien parecido atrae más.
Según la conocida fórmula de MacKay, para apreciar el grado de desinformación, tenemos que comparar la representación con lo representado, y la distancia entre las dos, nos dará la medida de la desinformación.
Y es que hay realidades que son intrínsicamente desagradables, o por decirlo con otras palabras, que son “feas”, como la miseria, la enfermedad, la vejez, la muerte...; entonces, para evitar el impacto negativo, los encargados de crear las imágenes tratan por todos los medios de que las personas se vean juveniles, que tengan buena pinta, que los escenarios sean los adecuados; a menos que se quiera provocar un contraste como sería poner una modelo sofisticada, con ropa de marca, en un basurero.
Esto se nota mucho en las telenovelas, conocidas como “culebrones”, porque suelen durar meses en la programación de los canales de TV, ya que en la gran mayoría de las mismas, los actores y actrices son bien parecidos, y las escenografías son de clase media alta o similar; salvo que se trate de una temática social, entonces sí aparecen imágenes desagradables, y gente no tan atractiva.
El público sabe que se trata de apariencias falsificadas, y que las poses, los efectos especiales, los ángulos de toma, los escenarios, la indumentaria, los retoques, las lentes y los filtros, la iluminación, el maquillaje, la cirugía correctiva, etc., puede hacer variar sustancialmente una efigie; pero, aún así los fans siguen “creyendo” que las imágenes son reales; o por lo menos prefieren seguir pensando de esa manera, para no despertar de la ilusión y de la fantasía. La evasión funciona de esa manera.
Todos los medios de representación icónica son los principales responsables, de esta deformación o alteración - en sentido positivo para los interesados involucrados - de la realidad. Esto no significa que, por ejemplo, una descripción por la radio, o en la prensa escrita, no puedan coadyuvar a la creación de los mitos y a resaltar las apariencias de los ídolos; no obstante, es mucho más fácil empleando la imagen. Es evidente que existen variantes en cuanto el empleo de cada uno de los medios de comunicación utilizables, ya que como se sabe no es lo mismo el cine, que la fotografía, o la televisión, por poner tres ejemplos.
Este truquillo del empleo de la imagen adulterada para influenciar a las masas no es de ahora. Es posible ver en el Internet las fílmicas de la muerte de Rodolfo Valentino a los 31 años, el sex symbol de los años 20 del siglo pasado, y la gran histeria colectiva, conmoción, e impacto que provocó en su día su fallecimiento entre las miles de seguidoras del ídolo del celuloide. Él había sido convertido en un mito por la industria cinematográfica.
Un caso típico de las distorsiones que producen las imágenes es el de la estrella Rock Hudson, quien triunfó en el cine en las décadas del 60 y del 70 del siglo pasado; e inclusive, su imagen sirvió como pretexto para una famosa escena de masturbación femenina, empleando como excusa fotos suyas aparecidas en una revista, en una de las películas de la serie erótica Enmanuel. Pero lo bueno del caso es que el apuesto Hudson se "vendía"como fantasía sexual para millones de mujeres, y el actor era gay, es decir, que se acostaba con hombres. Cuando murió del Sida vino la gran desilusión.
Los años también colaboran para que uno despierte del sueño mediático. Basta con recordar las largas filas de cineastas ávidos de escenas picantes que provocaba la "gatita" sexual Brigitte Bardot en los años 60. En realidad la famosa BB no era más que una joven pequeñita, putilla y graciosa, de unas 100 libras (50 kilos) de peso, sin embargo, gracias a la magia de cine, que era el rey de los medios en la época, la Bardot provocó grandes escándalos para su tiempo. Hoy 50 años después, la ex sexy es una viejita arrugada defensora de los animales, que parece más una doña o abuela de pueblo que otra cosa. Como todo es relativo, hoy la Brigitte aburriría hasta a los niños más inocentes.
Cuando se mostraron al mundo las imágenes de Marilyn Monroe muerta en la morgue, en el 1962, no se podía creer que era ella, la famosa actriz, porque la muerta no se parecía en nada a la bellísima rubia, de cutis radiante y labios carnosos y brillantes. La realidad era que MM era muy pecosa y de labios finos. De todas formas Marilyn marcó una época y causó grandes conmociones mediáticas, con sus sonadas bodas y films, e incluso, logró escándalos políticos, principalmente con los hermanos Kennedy. http://www.celebritymorgue.com/marilyn-monroe/
En ciertos casos el engaño resulta muy descarado, como por ejemplo, las fotos y las escenas en las que aparece Pamela Anderson. Esta prueba es una de los más evidentes en cuanto a manipulación de la imagen se refiere, porque esta protagonista de la serie televisiva Baywatch de los años 90, es una mujer francamente fea y vulgar; sin embargo, en las fotos y escenas de la serie se la ve despampanante y atrevida.
Otra cuestión relacionada con el tema es el uso de fotos y escenas antiguas por parte de los medios, de gente que parecen estar congelados en el tiempo. A veces no es culpa de la persona interesada, sino de que en archivo no se tenía otra imagen disponible; pero en otras ocasiones, son los mismos protagonistas que se quedan prendados de una imagen de ellos mismos, mientras el tiempo pasa y se ponen más viejos. Otras veces “desaparecen” del acoso de la prensa, tal como hace Liz Taylor, probablemente motivada por sus achaques, entonces, las fotos disponibles de ella son viejas.
En el ejemplo de los políticos, algunas veces les retocan tanto la imagen de promoción que resultan casi irreconocibles. Naturalmente, la idea es que se vean bien para que se "vendan" bien.
En los casos en que exista mucha competencia, se utiliza la imagen del adversario para desacreditarlo, basándose en un detalle, o sea, de restarle méritos a la imagen del otro, como cuando dijeron que Beyoncé usaba una faja rellenada para que sus pompis se vieran más voluminosos; y la realidad es que Beyoncé no necesita hacer eso.
http://sportsillustrated.cnn.com/features/2007_swimsuit/beyonce/07_beyonce_1.html

Existen personalidades que ocupan los titulares, más que por sus atributos o talentos, por sus excentricidades. Se trata de las manipuladoras de los medios, cuya reina parece ser Paris Hilton, aunque no es la única. Al final de cuentas, Paris ni canta bien, ni baila, ni es actriz, ni tampoco es modelo profesional. Sin embargo, a pesar de no poseer un gran cuerpo, y su carita graciosa ser aceptable, ella es capaz de causar revuelos mediáticos cuando le da la gana, apoyándose principalmente en su apellido; y así va por el mundo paseando sus caprichos y ganando millones de dólares, sencillamente porque es una celebridad y donde quiera que va la prensa acude. Paris se lanzó a al fama de la forma más audaz imaginable para la época, o sea, con un vídeo porno de ella con su “novio”, en el 2004; y ahora ha sido imitada por otras aspirantes a famosas.
Paris, además, puso de moda en el mundo la raza de perritos chihuahua, porque solía andar siempre con uno cargado.
La llamada reina del pop es otra experta en aprovecharse de los medios, nos referimos a la cantante Madonna, quien con la gimnasia con pesas - a pesar de su delgadez - tiene ahora un cuerpo grotesco y fibroso, que ella se empeña en exhibir; pero aún así sus conciertos son todo un éxito. Madonna empezó con un estilo punk, y luego tuvo una época en la que imitaba a Marilyn, y ya ha logrado aportar al mundillo de la parafernalia del pop con el bustier, y luego con el crucifijo. Cuando Madonna le pasó la antorcha a Britney Spears con aquel beso en la boca, no se imaginó que Britney no daría la talla por sus desequilibrios emocionales. Por su parte, Cristina Aguilera, quien recibió otro beso y que participó en aquella coreografía lésbica en trío, todavía no ha logrado hacer nada trascendental. http://www.metacafe.com/watch/772699/britney_and_madonna_kiss/
Si embargo, el gran manipulador de las de las fantasías y sueños del público, ha sido Michael Jackson, el rey del pop, quien desapareció recientemente. Con su larga experiencia con los medios logró remodelarse la cara con múltiples operaciones, de tal suerte, que al final de sus días poco se parecía a aquel niño que debutó con los Jackson 5. Su cuerpo lleno de cicatrices le sirvió de soporte a un gran genio de la creación de estereotipos. Dichas marcas eran producidas por las intervenciones quirúrgicas y por los accidentes, y los pinchazos por sus adicciones, y su piel decolorada con la excusa del vitíligo. Entre los estereotipos que impuso, tenemos desde el flequillo, los calcetines, los cinturones, las bandas “presidenciales” y las charreteras, hasta el guante en una sola mano, pasando por los "uniformes" eclécticos que se inventaba, combinando atuendos militares con los deportivos, entre otros, incluyendo los inspirados en la conquista del espacio. Era un hombre-niño con poquísima personalidad porque no quería ser negro, y simultáneamente con muchísima personalidad porque imponía sus estereotipos, sin importarle lo que dijeran.
Michael Jackson también se aprovechaba de los miedos, fobias, traumas, pesadillas, patologías, y terrores infantiles al mostrar en sus vídeos a esqueletos, fantasmas, zombis, y muertos vivientes, con efectos sonoros de rayos y truenos, aullidos de lobos y risas de ultratumba, en especial en su súper éxito Thriller.
Todo el encubrimiento en su rostro, cuerpo, y manos que él hacia, con sus vendajes, velos, túnicas, sombreros, gorras, gafas, antifaces, atuendos, mascarillas, maquillajes, bufandas, parasoles, guantes, paraguas, etc., provocaban aún más las fantasías de sus fans. Sin embargo, en realidad él lo hacía con mucha habilidad e inteligencia, para ocultar sus operaciones correctivas, su decoloramiento de la piel, y sus tratamientos del cabello, incluyendo el uso de pelucas, extensiones de pelo, e implantes. De paso creaba misterio, intriga a todos, y provocaba que escribiesen y hablaran sobre su persona. Como personalidad sintética no creo que alguien le haya ganado.

No hay comentarios.: