jueves, agosto 27, 2009

CONCLUSIONES PSICOLÓGICAS DE LA TELEVISIÓN: EFECTOS Y DEFECTOS (2da.parte)

Por FAUSTINO PÉREZ

1.- Un efecto sumamente curioso provocado por la televisión, es que el televidente a fuerza de ver a alguien en la tele, llega a creerse, aunque sea inconscientemente, que el personaje que aparece en la pequeña pantalla es amigo suyo. Por este motivo, puede darse el caso de que el telespectador, al encontrarse con el personaje televisivo de manera fortuita en algún lugar, lo salude con mucha simpatía, ¡como si lo conociera de toda la vida!, y el sujeto de la televisión no tiene la menor idea de quién se trata, al recibir el saludo entusiasta de alguien totalmente desconocido para él, en persona. Los que aparecen en la tele y cuentan con experiencia, reciprocan la salutación con amabilidad. Esto se exacerba más cuando el personaje televisivo, acostumbre a contar anécdotas de su vida privada cuando está en el aire, por la propia naturaleza de su programa, logrando que el televidente empatice aún más. Y como dice Saborit "...las personas 'existen más' al pasar por la pantalla" (15)

2.- La TV es una "reality constructor" por excelencia (16), - conjuntamente con otros medios que también provocan ese efecto en menor medida - , y por ese motivo, distorsiona grandemente la llamada realidad. Esto significa que la TV induce a pensar cosas falsas, y a sacar conclusiones erróneas en todos los procesos, si uno no sabe discernir correctamente, ya que siempre es mucho más lo que no aparece que lo que sí aparece.
Por ejemplo, alguien que nunca haya asistido a una corrida de toros, deduce por los resúmenes que ve en la tele, que todos los pases son espectaculares, al igual que las cogidas a los toreros; lo cierto es que en la vida real, se puede dar el caso de que la corrida sea soberanamente aburrida, por culpa del toro y/o del torero, y por otros muchos factores más. Y una persona que jamás haya ido a un partido de béisbol, pensará seguramente al ver el noticiero, en la pequeña pantalla, que lo que que predominan en los juegos son los jonrrones y jugadas increíbles, y esas son las excepciones. Lo mismo puede afirmarse del fútbol, que no todo son goles. Todo ello a pesar de lo que Douglas Davis diga de que “La vida, no la TV, ahora guía al mundo”. (17)

3.- Si se graba a cámara lenta el llamado "scratch" o "ruido blanco", que aparece en la pantalla al finalizar una transmisión, se podrán comprobar las pulsaciones rítmicas que emite la pantalla al estar encendido el aparato, lo cual provoca un efecto semi-hipnótico en el televidente.No es de extrañar pues, que los niños, si no son corregidos a tiempo, terminen contemplando la tele a un palmo de distancia; o que existan personas se duerman sin apenas darse cuenta, o bien, que otras padezcan algún tipo de "insomnio", similar al sueño hipnótico.
Por ese motivo, McLuhan afirmaba que la televisión era una "prolongación" del sistema nervioso, ya que el cerebro del televidente tenía que recomponer constantemente los puntos y líneas que forman la imagen que se aprecia en la pantalla, y que son cambiados incesantemente por la llamada señal de barrido, para producir la sensación de animación. (18)

4.- El video-tape que se emplea con tanta frecuencia en las transmisiones, es una manera de "enlatar" o de "poner en conserva" tanto al tiempo, así como también al espacio; lo cual significa que se puede pasar el vídeo tantas veces como se quiera en la programación, independientemente de la hora y el lugar de la grabación, claro está, en otro tiempo-espacio. Por supuesto que tal como afirma Zunzunegui "el video-tape recording supuso, en el momento de su aparición, la alteración de un sistema anterior". (19)

5.- Debido a los "saltos narrativos" que se producen habitualmente en la TV, y que se conocen como el efecto de elipsis; si el espectador ve un documental varias veces, o bien, un programa grabado, incluso algunos comerciales, sobre todo en exteriores, tendrá una apreciación falsa de las distancias físicas. Esto se debe y es una secuela de la edición concretamente, al llevar al público televidente a pasar secuencialmente de un plano, o vista, a otro/a. Para los supuestos en que sí se encuentren cercanos, entonces, no se puede producir el efecto, por razones obvias.
Por ejemplo, si alguien que no conoce Santo Domingo, ve un mismo programa, o un documental o ciertos anuncios publicitarios, repetidas veces, en el que aparece el Palacio Nacional, y a continuación sale el Faro a Colón, tenderá a pensar como mínimo, que están en la misma zona ambos, o bien, que se encuentran uno al lado del otro; aunque sólo sea inconscientemente. En la práctica estas dos edificaciones se encuentran a varios kilómetros de distancia.
En otras ciudades sería, si nos vamos a Ciudad de México, que saliese por ejemplo, la Catedral que está en el Zócalo y a continuación el Museo de Antropología; y en Madrid ponemos por caso, que apareciese la Fuente de Atocha, y seguidamente el Palacio Real. En New York podría ser una vista del edificio Empire State, y luego que saliese el Museo de Brooklyn. Y así sucesivamente.

6.- La televisión tiene tanta influencia en las personas, que cuando uno va a un lugar en persona, tiende a imitar o a reproducir con su cámara de vídeo o fotográfica, - y desde idéntico ángulo - , aquello que vio tantas veces por la tele, y si es posible desde el mismo lugar. Por ejemplo, si el televidente acude a la calle Caminito de Buenos Aires, o a los Campos de Marte de París, tenderá a grabarla o a fotografiarla desde el inicio de la calle en el primer caso; y con la Torre Eiffel al fondo, en el segundo ejemplo.

7.- Debido a que la televisión se encuentra colocada en el seno del hogar, incluyendo los dormitorios, por supuesto; existe la tendencia a percibirla como algo muy íntimo, como una "cosa" o electrodoméstico muy de uno, como una práctica o actividad muy personal. Por ese motivo se la considera como un testigo "cómplice" de nuestros actos.
Empero, tal como afirma Guadarrama Rico: "La familia, como sistema abierto y organismo vivo, tiene límites que expresan lo que está dentro respecto a lo que está afuera”. (20) Lo cual es compatible con la conclusión nuestra, es más, la refuerza.

8.- Normalmente se afirma que la televisión es un medio o recurso audio-visual. Sin embargo, tal como afirmáramos en la introducción al tema, la TV es mucho más que eso, ya que estamos hablando de un medio audio-verbo-icónico-cinético. Esto se debe a que tiene música y sonidos, - incluyendo los ruidos - , textos orales y escritos, igualmente aparecen en ella imágenes realistas, abstractas, simbólicas, etc., tanto de personas, como de animales y cosas; y sobre todo, da la sensación de movimiento, siendo esto último una gran ventaja comparativa, con respecto a otras especialidades de prodominio icónico.

9.- Al igual que la fotografía y otros medios, la televisión como invento, no cuenta con todos los estímulos sensoriales equivalentes, de la llamada realidad; debido a que al contemplarla, sólo intervienen la vista y el oído, aparte de la repercusiones que tiene sobre el sistema nervioso, como ya comentamos en la conclusión no. 3.
Así tenemos que si el televisor se calienta, esa alza en la temperatura no se corresponde con aquello que se está mirando, aunque en el televisor sí que influyan los grados a que se encuentre la habitación o lugar; si en cambio, despide un olor, no tiene nada que ver con lo que se presenta en ella. De hecho, también tiene su propio sabor, empero, hay que reconocer que nadie se dedica a saborear ese electrodoméstico, y además, está totalmente divorciado de la realidad. Lo mismo puede afirmarse de la sensación al tacto que puede producir la tele, que no se relaciona con los hechos.
En el futuro, se espera que se añadan otras sensaciones sensoriales.
No obstante, es preciso señalar que incluso los sentidos que intervienen en ella, están muy mediatizados, - es decir, el oído y la vista - , y por razones obvias, ya que la pantalla está formada por puntos, llamados píxels o pixeles (acrónimo de "picture element"), y estos a su vez están alineados; y por su lado, el sonido se transmite por medio de altavoces.

10.- El público televidente tiende a creer, aunque sea inconscientemente, que el rol que se asume en la pequeña pantalla, principalmente por parte de los que intervienen en la telenovelas, es el de vida real; lo cual es totalmente falso. Aunque uno sepa que se trata de una ficción, existe la presunción en el caso de los "culebrones", de que el malo de la serie, o la intrigante de la misma, son así en la realidad. Esto puede producir desengaños y reacciones incontroladas, por ejemplo, al enterarse el telespectador que el actor que llora a raudales, en verdad, es un tremendo cínico e hipócrita, en el primer caso; o bien, esto se manifiesta al encontrarse el televidente, en la vida cotidiana, con uno de los protagonistas, y hasta se atreve a insultarlo, por lo mal que trata todas las noches a la heroína de turno, en el segundo supuesto.
Un efecto similar se puede producir igualmente en otra clase de programas, por ejemplo, esto sucede también con los cantantes en las programaciones musicales, quienes asumen, por igual, un rol en los medios, principalmente en la TV, y las fans se enamoran de ellos apasionadamente, porque se creen las letras de las canciones, y la imagen que proyectan.

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