martes, noviembre 10, 2009

LA SUPERVIVENCIA DE LA MÁS SEXY


LA SEXY IV (foto: FAUSTINO PÉREZ)


LA SEXY III (foto: FAUSTINO PÉREZ)


LA SEXY II (foto: FAUSTINO PÉREZ)


LA SEXY (foto: FAUSTINO PÉREZ)

Por FAUSTINO PÉREZ

La liberación femenina dominicana iniciada el siglo pasado ha traído como secuela un afán de búsqueda del disfrute de la vida por parte de ella, y de la adquisición de los bienes de consumo que la tecnología pueda aportarle. Eso ha provocado un incremento del endeudamiento con tarjeta de crédito y de las compras de mercancías que tienen como finalidad el provocar el llamado consumo conspicuo, es decir, la adquisición de artículos para ostentar y fastidiar a la competencia, que en este caso son las demás mujeres.
En ese sentido la publicidad juega un papel primordial, conjuntamente con lo que exhiben sus amigas, y lo que traen las dominicanas que viven fuera del país cuando vienen de visita. Las jóvenes de aquí ven lo nuevo en el mercado, en la televisión, en la prensa, y en la calle, y enseguida lo quieren poseer.
Hay otras que persiguen a los extranjeros para solucionar sus problemas, y se hacen “novias” de los forasteros en un dos por tres, con tal de asegurarse su vida y lograr algún viaje y posiblemente otra ciudadanía. Otras especialistas prefieren a los “viejevos” (hombres de mediana edad con pretensiones de ligones) pero con dinero, lo cual les asegura vivir a un nivel de standing superior y conseguir los bienes de consumo que tanto anhelan.
Ese afán de consumismo de muchas de las mujeres liberadas ha convertido a la fémina dominicana liberada en una auténtica mercancía ella misma, y así un buen porcentaje de la mujer dominicana ha pasado de ser un ente más o menos pasivo, procreadora de hijos e instrumentalizada por el macho dominicano para su disfrute, - como sucedía antes - a convertirse en una mujer liberada que toma la iniciativa, y que a cambio de “favores” económicos se entrega. Es un tipo de prostitución, aunque no se la llama de esa manera. En cuestión de unas pocas décadas se ha pasado de mujer-objeto, que era una ama de casa que dependía del sueldo de su esposo, su único hombre, a mujer-mercancía que aunque trabaje, el dinero no le alcanza, por su ambición consumista, y que se va con el mejor postor con quien tiene una relación más o menos duradera.
No nos referimos a las prostitutas cuya relación es exclusivamente a cambio de una cantidad de dinero pactado previamente, y que todo termina una vez consumado el acto; estamos hablando de chicas jóvenes con “novio” o amigos, a quienes siempre les viven pidiendo favores de todo tipo, desde que les abonen dinero en su tarjeta de crédito hasta que les paguen la cuenta del teléfono móvil o celular, que les compren un vestido caro, o bien, que las inviten a cenar en un restaurante bueno, o les paguen el alquiler del apartamento. Naturalmente a cambio de sexo. Las más dotadas, afortunadas y hábiles consiguen que les regalen vehículos de lujo y/o apartamentos, entre otros favores.
Ya el entregarse por amor pasó a la historia hace años, ahora la relación es sumamente práctica, donde el dinero lo rige todo, y si el hombre no puede o no quiere satisfacer las peticiones de ella, prontamente es abandonado sin ningún tipo de contemplaciones. Si ella quiere un ordenador portátil, su único problema es decidir a quién pedírselo, y si el hombre no obtempera, tiene que atenerse a las consecuencias. Lo mínimo que le sucede a él es que no le respondan a sus llamadas, o que le den un buen plantón.
El asunto se complica aún más porque esas jóvenes suelen tener más de un hombre, en función de sus necesidades: por ejemplo uno le da placer, otro le da dinero para sus gastos en caprichos y necesidades, otro la lleva de viaje; si ella es universitaria siempre encuentra un amigo para ayudarla con las prácticas, y así en ese tenor. Hoy en día con las nuevas tecnologías, en especial el teléfono móvil o celular, se le facilita enormemente a ella el poder controlar sus hombres. Por ejemplo, ella llama a uno y le pregunta dónde está; y así ella lo tiene localizado y sabe que tiene la vía libre en dirección opuesta para salir con el otro. Es un auténtico machismo a la inversa.
Lo bueno del caso, es que incluso cuando ellas se casan, o viven bajo el mismo techo con un hombre en una relación llamada “unión libre”, continúan con sus andanzas fuera de su vínculo primario, es decir de su matrimonio o unión; siempre con la finalidad de no perder sus privilegios y fuentes de placer y de ingresos. Algunas lo hacen para “redondear” sus entradas disponibles para sus caprichos y hacer realidad sus fantasías.
Hay maridos que lo saben y se hacen de la vista gorda, y otros no se enteran de las andanzas de su cónyuge. Aparecen unos inocentes que piensan y están convencidos que son unos ligones, e incluso alardean de que conquistaron a una mujer “que está muy buena”, y no son más que instrumentos para satisfacer los caprichos de ella.
¿Pero qué sucede?, en nuestra sociedad los hombres que tradicionalmente gozaban de una posición económica holgada eran los empresarios, los terratenientes y los banqueros exitosos, los herederos de fortunas rancias, ciertos políticos y militares con iniciativa, entre otros; pero en los últimos años han surgido unos adinerados quienes han llegado a ese bienestar por vías menos ortodoxas.
En la década de los años 70 empezó a incrementarse el número de jugadores que llegaban a las grandes ligas del béisbol estadounidense, evidente mente con sueldos espléndidos en dólares, hasta llegar hoy en día en ser el país extranjero con más jugadores en los equipos de esa nación, ya con ganancias millonarias cada uno de ellos. En la década siguiente se pusieron de moda los cantantes de aquellos ritmos que más gustaban al público, como el merengue y posteriormente la bachata, y sobre todo, empezaron a ganar sumas millonarias con sus conciertos y ventas de discos, a diferencia de lo que ocurría antes. Más tarde surgieron los capos del tráfico de drogas y los "lavadores" de dinero, hacia la década de los años 90, con mucho dinero para gastar en lujos. Por otro lado, para la misma época se incrementaron los casinos, y las llamadas bancas de apuestas, lo cual trajo como consecuencia, nuevos millonarios con verdaderas fortunas en busca de placeres…
Helen Fisher en su libro llamado: The Sex Contract: The Evolution of Human Behaviour, publicado en 1983, trata precisamente de la supervivencia de la más sexy debido a la selección natural. Según Fisher cuando la mujer primitiva descubrió que siendo sexy y dispuesta a copular todo el mes podía atraer y mantener a los machos, de esa manera se aseguraba la supervivencia de ella y de sus críos, ya que así tenía protección y alimento.
Lo que está sucediendo aquí ahora ya pasó anteriormente en Colombia y en México, de que un buen porcentaje de las mujeres más atractivas y sexys de país, acudan donde está el dinero sin importar su origen.
No es de extrañar la respuesta que me dio una amiga mía de esas que tienen tres “novios”, cuando le pregunté que si ya se había casado, entonces, me espetó airada: “¡Oh!, ¿y qué hago yo con los otros dos?"

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